Smoke spirit- bkdk

Me ahogo en ti

Uraraka Ochaco, era una omega sometida a su familia, desde pequeña se dedicó a realizar cada cosa que se le era mandado. 

En la ciudad central, donde ellos vivían, su padre era bastante reconocido por ser un excelente cazador. Las ganancias que recibían diariamente les daba la posibilidad de vivir de grandes lujos, Ochaco era consciente de ello, pero no hacia algo respecto ya que su crianza se basaba en callar y obedecer al ser una omega, consejos que decía su madre con el fin de no ser abandonada sin nada. 

Su padre también era de tener oportunidades de viajar por cada aldea del continente. La aldea de Hawks no fue la excepción, se hizo "amigo" del joven jefe solo para sacarle una información que tanto murmuraban otros pobladores, el cual era de su afán por buscar un alfa de buen rango para concederle su puesto y entre ellos había señalado con gran entusiasmo a Katsuki Bakugo.

Al escuchar la noticia, dio inicio a su suplicio, en donde su padre daría a echar en cara lo mal hija que era supuestamente al solo derrochar dinero y no ayudarlo  a su progenitor pese a que era mentira.

Su idea loca era que ella se desposa con el muchacho alfa a fin de obtener un mayor rango social.

Sintió tanta vergüenza cuando él fue capaz de presentarlos con desespero, por fortuna Mitsuki, la madre de Bakugo solo estaba cegada con que su hijo al fin se despose con una omega hermosa y aproveche de tener un glorioso futuro siendo jefe de manada. Sin conocer las verdaderas intenciones maliciosas del señor Uraraka.

En su primera cita, el silencio fue palpable entre ellos, hasta que una vez fue la ocasión indicada en decirse las cosas con sensatez, que ambos nos deseaban eso. 

- Ahora veo porque -

- Katsuki, ¿qué está pasando aquí?- 

Izuku y Bakugo se miraron antes de comprender la situación y negar con los brazos directamente, el omega con evidente sonrojo agitando su cabeza en negación total y un Katsuki terminando de colocarse el abrigo.

- Repito por segunda vez que no es nada de lo que pien- -

El fuerte sonido de una bofetada dada por Ochaco que fue a parar en la mejilla derecha de Bakugo asustó a Mitsuki y a Izuku dejándolos con la boca abierta. 

Con sus mofletes de total cólera agarró por el cuello del abrigo y empezó a zarandearlo.

El reclamo iba a ser obvio sin embargo, no creyeron que era uno totalmente distinto.

- Bakugo, tú idiota, estoy segura que mencionaste el ya no enviar más cartas, es por eso que no espere ninguna hasta la fecha  y ahora justo mi padre tuvo que corresponder esta - sacó de su bolsillo una hoja de papel partida en dos - que mandaste todavía con ese tipo mensaje. ¡¿estás loco?! -

-Un segundo... ¡Acaso todavía no te enfrentarse a tu bastardo padre! ¡¿Quién está loco aqui?! -

- ¡Por lo menos agradece a madre Luna que yo vine y no mi padre y qué hubiera pasado si te encontraba en está situación! -

- ¡Espere! - alzó la voz Izuku ya de pie casi cerca de ellos - no es lo que piensa, señorita por favor de verdad es un malentendido -

- tú eres... - Ochaco dudó por breves segundos hasta que, por la expresión en su mirada dijo -espera... el chico, no, eres el omega que me vendió aquellos ovillos de lana - Izuku asintió.

- Será otra larga conversación también hoy verdad, iré a preparar algo de tomar - Mitsuki salió de la habitación antes de aguantar otro pleito. Por los últimos escalones vio como el espíritu guía de Uraraka subía las escaleras.

- Uraneko... -

-¡Bee! - 

La alfa alarmada detuvo el pase de Pachi hacia las escaleras al ver como venía rápidamente.