❝ TaeHyung sabía solo dos cosas del papá de su bebé, que se llamaba JungKook y que era el alfa más caliente que un omega soltero de 21 años podría haberse cruzado en una noche de verano.
O dónde el omega de 24 años y su cachorro comienzan de cero en...
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— ... ¿Y Pinocho? — balbuceó un adormilado SooBin.
Con su pancita llena y tras haberle contado a sus tíos lo que había hecho y cada detalle de su tarde, SooBin les pidió que lo arroparan y le contaran un cuento. Pinocho fue el elegido, siendo este uno de los que su cachorro jamás había oído. El problema era que no tenía diálogos, así que TaeHyung estaba intentando recordar el cuento para explicárselo.
— Pinocho se encontró con su papá en la panza de la ballena y prometió que no volvería a mentir nunca, jamás, y con razón con todo lo que había pasado el pobre Pinocho — relató, mintiendo y a la vez no, realmente no recordaba que pasaba después y decir que el pobre muñeco y su padre habían muerto era drástico.
SooBin parpadeó y abrazó a Dino y a su osito de peluche, esperando más del cuento.
— Entonces a Pinocho y a Gepetto se les ocurrió que, si le hacían cosquillas a la ballena en la pancita, así... — le hizo cosquillas a SooBin, haciéndolo carcajear, TaeHyung sonrió — La ballena iba a estornudar y ellos saldrían volando alto, muy alto, como dos pajaritos, y regresarían a su casita, con sus relojes y todas las cosas que amaban.
— ¿A su hogar?
— Sí, cariño, llegarían a su hogar — siguió JungKook — Así que empezaron a hacerle cosquillas desde la panza de la ballena y en menos de lo que canta un rayo, volaban con las gaviotas, directo a su hogar; donde se sentían a salvo, amados y cómodos.
El cachorro sonrió, cerrando sus ojitos lentamente, TaeHyung besó la manito que sostenía y su naricita.
— Dulces sueños, mi vida. Te amo mucho, mucho — susurró dejando su mano suavemente.
Prendió la luz de noche como de costumbre, doblando algo de la ropa de SooBin que tiró luego del baño, mientras JungKook le daba el beso de buenas noches y se encargaba de arroparlo bien.
Sintió las manos de JungKook agarrándolo por la cintura y dejó lo que estaba haciendo, dejándose guiar al pasillo.
Había sido un largo día, lleno de emociones que habían dejado su cuerpo tenso, un baño de burbujas acompañado sonaba más que perfecto. TaeHyung necesitaba liberar algo de tensión y necesitaba a JungKook más que al aire que respiraba.
Se giró, tomando las manos de JungKook en total silencio y ahora siendo él el guía.
— ¿A dónde me llevas? — dijo con ese tonito divertido que tanto le gustaba a JungKook.
Llegó a la puerta de su habitación, agradeciendo la puerta que lleva directamente al baño, y a SeokJin y HoSeok teniendo su propia cita en el jardín.
— A nuestra cita — susurró, separándose.
Se quitó el sweater y el jean, fingiendo que no se sonrojó al estar parado en ropa interior en medio de su habitación frente a los ojos de un alfa que lo veía como si estuviera hambriento y TaeHyung fuera un banquete del cual se podía servir; TaeHyung lo permitiría totalmente.
