❝ TaeHyung sabía solo dos cosas del papá de su bebé, que se llamaba JungKook y que era el alfa más caliente que un omega soltero de 21 años podría haberse cruzado en una noche de verano.
O dónde el omega de 24 años y su cachorro comienzan de cero en...
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— Oh, SeokJin. Míralo, está tan grande — HoSeok se había prendido a su cuello.
Estaban parados en la puerta. Sentía la mirada de JungKook en su espalda, alerta, pero todo estaba bien.
Eran amigos.
— Hobi, fue solo un mes — le recordó, pero la presencia del omega era reconfortante luego de tanto tiempo sin verlo.
— Un mes entero y dos días. Nos preocupaste — dijo SeokJin, que había podido separarse del abrazo hacía unos minutos.
Le dio una mirada de disculpa, sintiéndose culpable por no haberlos incluido más en su huida, cuando ellos siempre le habían acompañado en todo.
— ¡Tío Jin! ¡Tío Hobi! — la vocecita de SooBin fue suficiente como para que el otro omega cambiara su abrazo por el del cachorro.
— ¡Hola, bubu! — exclamó.
SeokJin por fin pudo abrazarlo, siendo menos dramático que Hobi y comenzando un sermón sobre como los había preocupado y lo tranquilo que estaba de verlo tan bien. Luego lo soltó, cargando al enérgico cachorro.
Se giró y vio a JungKook, observando entre alerta y tranquilo. Este sonrió cuando sus ojos conectaron y TaeHyung se acercó, dispuesto a presentarlos en cuanto los otros le prestaran atención.
— Ellos son SeokJin y HoSeok, no sabía que vendrían — explicó.
JungKook pasó un brazo por su espalda, sin tomarlo, pero tampoco cortando el contacto. Su presencia segura a su lado.
— Estoy ansioso por conocerlos, Tae. Si son tus amigos y SooBin los quiere tanto, deben ser buenas personas.
HoSeok fue el primero en notar a alguien más en la habitación, sonrió y le dio un codazo discreto a SeokJin, quien estaba muy metido en un resumen de SooBin, dónde contaba todo lo que habían hecho en el tiempo que no los vio.
Ya se encargaría de explicarles lo mismo más tranquilamente, porque sabía cómo se ponía el cachorro al hablar emocionado, y si SeokJin entendía algo sería por mera suerte.
— Hola, ¿tú eres...? — sonrió con cortesía, como si no supiera perfectamente quién era.
Hasta había confirmado que lo había estudiado por redes sociales, pero no iba a juzgarlo, él haría lo mismo si un alfa comenzara a comentar las publicaciones de su amigo.
— JungKook, un gusto — estrechó su mano amablemente.
Captó la mirada del otro omega y sabía que hablarían apenas el alfa se vaya. TaeHyung sonrió.
— HoSeok, el gusto es mío. Un niño allá atrás me parloteó de ti — SooBin apareció a un lado de sus piernas, tirando de SeokJin al grupo.
Correteó en dirección a la sala, seguramente en busca de un olvidado Yeontan.
