Capítulo Diecisiete

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Hina estaba sentada en el suelo,jugando con unas muñecas,y la niña lo miró, parpadeando inocentemente.

- ¿Po' que lolas,Tio Megu? - Pregunta la pequeña con pena en su voz.

Meguru  se obligó a sonreír a pesar de sentir el corazón roto, a pesar que sentía que una parte suya estaba muriendo por todo lo que había ocurrido las últimas veinticuatro horas.

Eran demasiadas emociones que no podía controlar y lo estaban desgastando a más no poder

- Es que me hice daño y duele - le dijo revolviendole el cabello.

Hina arrugó el ceño.

- ¿Dónde dele?- preguntó poniéndose de pie.

El mayor le acaricio la mejilla, apretándosela con ternura.

- Aquí Hina- murmuró llevando la manito de la niña a su corazón- me rompieron el corazón, Bebe.

Hina comenzó a frotar su mano contra su pecho, suspirando.

- Sana sana colita de rana,si no sanas hoy, sanala maniana - murmuró la pequeña con tono delicado - ¿mejooool, tío Megu?

Bachira se río, sintiendo sus ojos llenos de lágrimas otra vez.

- Si Hina, se siente mejor ahora - le revolvió el cabello, la niña poniendo una expresión satisfecha para volver a jugar.

Bachira se giro, mirando por la ventana la llovizna de ese día, suspirando porque no sabía que estaba haciendo hay exactamente.

Ir a la casa de Rensuke se sintió natural en ese momento, desesperado por la situación en la que estaba,deseoso de encontrar una mano amigo que no le juzgará ni supiera toda la historia detrás de su amor desesperado por Yoichi.

Kunigami , por supuesto, no dudo en recibirlo en su casa, aunque se había disculpado por que no podía entenderlo a que debía ir a dejar a Hina a la guardería mientras el iba a trabajar.

Pero eso no le importaba a Meguru,con tener un espacio donde isagi no le encontrara cuando descubriera la carta de divorcio firmada bastaba,aunque no sabía si isagi iría a buscarlo.

Después de todo

 ¿No había conseguido lo que quería desde el principio?

Si Yoichi, debía estar satisfecho ahora,haciendo su tramite mientras pensaba en la vida que compartiría con su secretaria de ahora en adelante una vez todo estuviera hecho.

Y él tendría que asumir que todo había acabado, que ahora estaba solo,que el hombre que amaba le había dejado, y sabía que dolería al principio, que costaría, que esa herida tardaría en curar ( Y puede que nunca curará por completo) pero era el precio a pagar para hacer feliz a isagi.

Miro la boleta del avión sobre el escritorio, avión que partiría a los ángeles,en dos días, en un viaje donde buscaría alejarse de todo el daño para volver a repararse.

A las 4 de la tarde fue en busca de la niña a la guardería, y Kunigami le había avisado que llegaría en una hora más,así que estaba ahí,jugando con la hija de su amigo para tratar de despejarse un poco.

No quería seguir llorando, no cuando su cabeza dolía tanto y sus ojos estaban tan hinchados y rojos.

El timbre de la casa sonó.

Suspiro poniéndose de pie.

- Quédate aquí Hina,iré a ver quien es - le dijo pasando por su lado.

- Esta ben,tío Megu - asintió la niña sin dejar de jugar con sus muñecas.

Camino hacia la entrada,pensado en que sería un vecino que necesitaba de Rensuke, y abrió la puerta.

Se encontró con los ojos de Yoichi.

Abrió la boca,sorprendido,su mano moviéndose para cerrar la puerta,pero antes de poder hacerlo,estaba de pronto siendo empujado,las manos desesperadas de isagi tomándolo de las mejillas y tirando de el en un beso desesperado, feroz, lleno de sentimientos y dolor.

Jadeo en la boca de isagi, atónito, sus ojos humedeciéndose también y comenzó a sollozar sin entender lo que estaba ocurriendo.

- No te vayas - lloraba isagi contra su hombro, sin soltarlo - No quiero el divorcio Meguru, por favor,no te marches - tomó aire,sus mejillas húmedas - lo siento, lo siento tanto, amor, por favor, perdóname, te lo ruego,por favor...

isagi soltó un sollozo ahogado.

- Yoichi...- jadeo bachira sin mirarlo - Vete, por favor.

- No, no,no...- isagi se presionó más contra el,sin dejar de llorar - perdóname, lo lamento,se que soy un idiota, un imbécil, se que no merezco tu amor ni nada que venga de ti, nunca te he merecido, lo tengo claro,pero por favor,no me dejes,no puedo vivir sin ti, no puedo,te lo prometo...

Se quedo en silencio, sin moverse,mientras su camisa se quedaba húmeda por las lágrimas de isagi , incapaz de bajar la mirada,por que sabía si lo hacía, que si lo veía llorar,iba a perdonarle todas las cosas del mundo.

- A-amas a tu secretaria...- tartamudeo con voz temblando - lo he...lo he asumido, yoichi...

-¡No! ¡No,no,no! - grito isagi  sin soltarlo - ¡No es así ,Abejita, lo prometo! No la amo, no la amo, te amo a ti,y a nadie más, lo he entendido ahora - isagi trato de volver a besarlo, pero bachira movió su cabeza, sollozando - soy un tonto, un estúpido,lo sé,Abejita , porque lo entendí solo ahora que ya te perdí,pero por favor, por favor, no me dejes..Te amo,te amo,te amo, eres mi compañero del alma,eres mi batería, eres mi esperanza,eres mi sol, eres lo más hermoso que tengo, por favor,perdona a esta mierda de persona,te lo ruego,te lo ruego,pequeño príncipe,lo lamento tanto...se que todavía me amas,te lo...

- Ya no te quiero - susurro bachira sin mirarlo - no te quiero,isagi ..

- No - Yoichi lloro con más fuerza, desesperado - no lo digas...

- No te quiero - repitió bachira hilando

isagi tomó aire,resquebrajado,y volvió a hablar, mirándolo a los ojos.

- Abejita - su voz estaba quebrada y trato de sonreír,aunque sus labios temblaban con tanta fuerza que no sabía si lo logro - treinta días,Meguru.

Bachira parpadeó,moviéndo su cabeza y lo miró en silencio.





gracias por leer:) 

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