Capítulo 28 - Santo, reina demonio, deidad guardiana y planta alóctona (3)

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Nota: Último capítulo donde están mayormente hablando, en los próximos habrá más acción. También tomé unos tutoriales de dibujo y trabajo en mejorar las ilustraciones.

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"Saben que todos se toman como broma lo de ponerse nombres que den miedo, ¿verdad?" Ignorando mi estupor, Hércules siguió hablando.

"No es una broma, es parte de nuestra cultura. Señor Hércules, no me diga que está del lado de la humanidad. Ellos se burlan de todo lo demoníaco." Alicia golpeó la mesa, enojada.

"No es así. No hay ningún problema con su cultura de nombres tenebrosos. " Fue el turno de la bruja Sofía de hablar.

Debido a su gran sombrero negro de ala ancha y su falda un poco demasiado corta, pareciera estar haciendo cosplay de bruja sexy.

"¿Y por qué no aceptan a nuestra gente en la O.R.U?" Interpeló Alicia.

¿ORU?

"¿Qué es la O.R.U?" Pregunté, tratando de cortar la discusión.

"Organización de Reinos Unidos. Es una cumbre bianual en la que representantes de muchos países se reúnen y discuten asuntos de importancia. El primer Papa lo creó para evitar los conflictos entre humanos, pero hoy en día los países de elfos y Orcos también forman parte." Sorprendentemente quien respondió mi pregunta fue Varina.

Creí que no estaba interesada en esto.

Cuando ella notó mi mirada, inmediatamente frunció el ceño y giró su rostro. Parece que aún está enojada por como miré a la chica gato. Fue un gesto muy tierno de celos.

La discusión siguió por un rato más. Me recuerda a mi país, cada vez que alguien hablaba de política en una cena familiar, se terminaba en una larga discusión e incluso algunos insultos. Parece que es igual en todos los mundos.

Una pequeña sonrisa se asoma en mis labios.

Las veces que tengo un flashback o un recuerdo de mi vida pasada es cada vez menor. No estoy seguro de si estar contento o no por ello.

"Creo que escuché suficiente." Dije.

Si no detengo esto ahora, tengo el presentimiento de que va seguir por todo el día.

Miré a la elfo oscuro, Alicia.

"Yo, Sylvan, hijo de Devilia y esposo de Varina, humildemente acepto el rango de Reina demonio."

Tomé la bonita diadema que descansaba sobre la mesa y la coloqué en mi cabeza. Aparentemente, es un artículo mágico que tiene el efecto de pegarse a la cabeza del portador.

Con solo un poco de maná cada mañana y no se despegará de la cabeza incluso si te la cortan. O eso dijo Alicia.

En mi opinión es un pésimo eslogan, pero no soy ningún experto en mercadotecnia.

También es intransferible, es decir, no la puede usar nadie que no sea yo. Parece que guarda algo así como la huella digital de tu magia.

Tiene otros efectos que investigaré más adelante.

Ahora mismo, con la diadema sobre mi cabeza, miré a Sactina, la santa.

Asintiendo a mi pedido silencioso, ella se puso de pie y extrajo un pergamino de su mochila. Antes de leer, hizo que todo su cuerpo brillara de blanco. Lo que le dio un aire sagrado a la escena.

Fingiré que no escuché a Alicia murmurar "Tch, no se me ocurrió hacer algo así."

"Por la autoridad que me brinda la diosa Ishtar y su elegido, el Papa, se le reconoce a Sylvan como la deidad guardiana de este bosque."

Cerró el pergamino y lo depositó sobre la mesa. Explicó que una deidad guardiana recién nombrada tiene que asistir a una audiencia con el Papa y se le entregará un anillo de guardian.

"Debido a que ocurrió un... imprevisto, no podremos llevarle ahora mismo con el papa. Además, como tiene una bendición de Ishtar, voy a proponer se le reconozca como un santo."

Tengo curiosidad sobre este "imprevisto", pero hay algo más urgente que preguntar.

"¿No hay ningún problema con que sea una reina demonio?" Dije.

"¡Oh! Sí, apuesto a que el reino de Atalanta y muchos arzobispos se opondrán a que ostente ambos títulos."

Explicó que ellas vinieron buscando justamente eso. Quieren detener la actual guerra de las razas.

Conmigo como nexo, es posible iniciar conversaciones de paz con las tierras demoníacas.

Esperaba muchas cosas al reencarnar, pero nunca ser usado para la paz mundial.

Miré a Alicia y le hice la misma pregunta.

"Nosotras tenemos el mismo objetivo que Sactina. Esta guerra no trae ningún beneficio a las Provincias Malvadas del Sur."

Así que por eso se llevan tan bien.

Miré a varina y ella asintió a la pregunta no formulada.

"No es que esté en contra de la paz, pero lo que dicen suena a mucho trabajo que no pedí. Pueden usar mi nombre, pero no esperen mucho de mí."

Aceptamos viajar al día siguiente a la capital de las Provincias Malvadas del Sur.

Estoy emocionado, este será mi primer viaje por este mundo de fantasía.

Puse mi mejor Poker Face para que no se note en mi rostro.

***

Así iniciaría la Odisea de una planta que camina, un ex-héroe amante de la espada, una diosa que odia a los reptilianos y una despreocupada inmortal que le gusta ser madre.

Soy la planta más poderosa del mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora