Capítulo 16 - La última misión del héroe

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¿Cuánto hace que no me siento a la sombra de un árbol?

Miré a las hormigas pasando por caminitos en la tierra, llevando sus pesadas cargas.

A la distancia, un ciervo pastaba con sus orejas en constante movimiento para estar atento a su entorno.

Un búho dormía sobre la rama de un árbol, perfectamente camuflado con las ramas.

En el cielo los pájaros volaban ocasionalmente, haciendo sus característicos sonidos.

Y frente a mí, una persona hecha de madera apoyaba su mano sobre un árbol de hojas azules.

"Este tampoco." Murmuró.

Encogiéndose de hombros, absorbió el maná que había imbuido en dicho árbol. Luego me miró.

"Estoy aburrido. Pasemos a lo siguiente en nuestra agenda." Dijo.

¿Hace cuánto que no me sentía aburrido?

En el pasado, no había más que ganas de pelear. Fui de guerra en guerra y de batalla en batalla.

No me arrepiento, puesto que lo hice en nombre de mi diosa Ishtar. Pero creo que 200 años de servicio fueron un pago suficiente.

Si la diosa es tan benevolente como dicen las escrituras, no creo que se enoje por haber abandonado el camino del héroe.

Aunque aún tengo una última tarea. Pensé mientras observaba a mi compañero, Sylvan.

"Hacia allá debería haber un monstruo grande." Señalé en la dirección donde sentí el retumbar de pasos.

"Nunca he visto un monstruo más grande que un conejo."

Las habilidades de caza de Sylvan son pésimas. Cualquier niño criado en una aldea, sería mejor cazador.

Si no fuera porque somos árboles, él habría muerto de hambre hace mucho.

Es hora de cumplir mi última misión por el bien del mundo... ¿Quién eres realmente, Sylvan?

"¿Por qué nos llamamos el dúo capricornio?" Pregunté mientras me levantaba.

"Ese es mi signo de zodiaco, y también el tuyo. Lo calculé teniendo en cuenta las estaciones del año."

El zodiaco es una religión casi extinta. También es anterior a la venida de Ishtar al mundo.

El clan de los Yacaré ancestrales son los únicos seguidores actualmente.

Y son un subgénero de los Reptilianos...

Mientras divagaba, caminamos por el bosque buscando a la bestia gigante.

"Ahora mismo, agradezco no tener sentido del olfato." Dijo Sylvan, tapándose la nariz.

Habíamos llegado a una montaña de estiércol, la cual llegaba a la rodilla. Si pudiéramos oler, sería apestoso.

"¿Eres seguidor de la diosa Ishtar, Sylvan?" Pregunté sin dejar que mis segundas intenciones se noten.

"Creo que escuché ese nombre en algún lado..." Dijo pensativamente, luego continuó. "Pero no conozco, ni sigo, ninguna de las religiones de aquí, si eso es lo que quieres saber."

Sylvan se refería a que no conocía ninguna religión de este mundo. Pero Hércules entendió que se refería a esta Era.

Para Hércules, Sylvan fue una persona que reencarnó desde una era muy antigua. Por eso no conocía la situación política ni la geografía de este lugar.

"Entonces, ¿eres anterior a la venida de Ishtar al mundo?" Hice que la curiosidad se exprese claramente en mi voz.

Sentí un leve picor proveniente de la bendición que la diosa puso en mí. Aunque está sumamente debilitada, aún permanece en mi alma.

Es como si la propia Ishtar tuviera curiosidad de esta pregunta.

"Mmph... Quizás... Todo lo anterior a ser una planta, es confuso, ¿sabes?" Habló vagamente.

Alguien tan antiguo como Hércules, supo, de inmediato, que eso era una verdad a medias.

Los registros antiguos de la iglesia cuentan que la serpiente del Caos es anterior a la venida de la diosa Ishtar.

También se decía que la serpiente del caos era capaz de usar magia de reencarnación. Por eso es que la diosa Ishtar tuvo que sellarla usando su propio poder.

¿Podría Sylvan ser...?

"Oye, no te parece demasiado grande esa cosa. Es tan gigante como un elefante." Dijo Sylvan, señalando al monstruo que perseguimos.

Nunca he visto un elefante, ya que habitan en zonas nevadas del Sur.

"Es solo un Behemoth." Respondí, estrechando los ojos para ver mejor. "Y uno bastante joven, debemos eliminarlo antes que pruebe la sangre humana."

La mayoría de los monstruos se vuelven adictos a la sangre, una vez que la prueban.

El Behemoth frente a nosotros, no debió comer nunca a ninguna persona. Por eso está tan tranquilamente comiendo un ciervo.

"Ataquemos desde allá, para que nos persiga hacia el lago. ¿Qué te parece?"

Mientras nos preparamos para la batalla, seguí pensando.

La serpiente del Caos era un ser tan maligno que consumía todo a su paso con el fin de hacerse más fuerte.

En el momento en que comenzó a consumir a los árboles del mundo, los cielos no tuvieron más remedio que enviar dos representantes a detenerla.

Uno de estos enviados fue Ishtar sama, y no hay registros de la segunda persona.

Sylvan no parece querer consumir todo a su paso, pero ¿Y si está fingiendo hasta acumular suficiente poder?

Si es así, yo... lo eliminaré, aunque hacerlo me cueste la vida, yo le juré a Ishtar que protegería el mundo por sobre todas las cosas.

(¡Oh, mi héroe!) Dijo una armoniosa voz en mi cabeza.

Esta es la segunda vez en mi vida que escucho esta voz.

(A pesar de lo mucho que sufriste por mi culpa, aún me mantienes en tu corazón.) Había un velo de tristeza en su voz.

(Tus preocupaciones son en vano, tu amigo es la 13er persona capaz de reencarnar que esta diosa conoce.)

(Por tus 233 años de servicio, te libero de todas las responsabilidades que en mi nombre asumiste. Sé libre, hijo mío, y deja el mundo en manos de otros.)

Sentí a la energía sagrada dentro de mí, moverse para tallar un nuevo círculo mágico en mi alma. Un círculo con nombre: Amigo de Ishtar.

Soy la planta más poderosa del mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora