Capítulo 25 - Humanas, demonios y unas plantas

113 22 0
                                    

Qué bendita casualidad que hayan llegado ambos grupos al mismo tiempo.

Aunque no parecía que peleen en serio, me alegra haber llegado antes de que ocurra una tragedia. Al menos, no había la misma intención asesina que tenían el héroe y el demonio de cuernos.

"Saludos señoritas, la última vez que nos vimos no podía hablar. Me presento, soy Sylvan, soberano de este bosque. La mujer a mi lado es mi madre, Devilia."

Hice un gesto con mi mano y ella se inclinó a modo de saludo.

La chica con orejas muy ligeramente puntiagudas enarcó una ceja al escuchar el nombre.

"La mujer, que por algún motivo desconocido abraza a la señorita y le roba su magia, es mi... erm... pareja, Varina de Istela."

"Y el chico de la espada, es nuestra mascota, Hércules."

Una risita escapó de Varina al escuchar el título de Hércules. Por su parte, él me fulminó con la mirada.

Reprimí una risa y me corregí. "En realidad es el más poderoso espadachín de todo el bosque, el grandioso Hércules."

Una de las demonios asintió y dio un paso al frente.

"Saludos Sylvan sama, nosotras somos generales del ejército demoníaco. Venimos en calidad de representantes de las Provincias Malvadas del Sur."

¿No dijo Hércules que su nombre es Confederación Demoníaca?

Hizo una reverencia y continuó. "Mi nombre es Alicia de Maravilla. Mis compañeras y amigas son Melfina del clan Gato y Serafina."

La chica Alicia es claramente una elfo oscuro de los libros de fantasía. Mientras que Melfina cumple el estereotipo de mujer gato: Orejas de gato, colmillos afilados, figura esbelta y una cola anaranjada a juego con su corto cabello.

Serafina, la orco, parece una físico culturista que verías en la... ¿caja de imágenes?

No es la primera vez que olvidó el nombre de un objeto de mi otra vida.

Mi vista se desplazó al trío de hermosas mujeres humanas. La chica que antes estaba en los brazos de Varina da un paso al frente y se inclina.

"Saludos Sylvan sama y compañía. Estamos aquí con la misión de llevar a cabo la canonización de su persona. El nombre de su servidora es Sactina y mis compañeras son Sofía y Tauriel."

¿Canonización?

Asentí al grupo de chicas, asumiendo que me dirían los detalles luego.

"Ahora que todos nos calmamos como las personas civilizadas que somos, las invito a mi casa. No es una casa del árbol, sino una casa DE árbol ja ja ja. Entenderán cuando la vean."

Qué incómodo cuando haces un buen chiste y nadie se ríe.

Con la decepción que ni siquiera Varina se riera, caminemos rumbo a casa.

Extrañamente, todos menos Devilia y yo, parecen estar en guardia y mirándose con desconfianza y curiosidad.

Incluso el estoico Hércules mira de reojo a la chica monja.

Varina, por su parte, observa con curiosidad a la musculosa Orco.

Como yo no quiero hablar de mi pasado, no traté de averiguar la historia de nadie, tengo algunas sospechas, pero ninguna certeza.

A primera vista, parece un poco imprudente invitar a gente que apenas conoces a vivir contigo. Pero me sentía realmente solo y no lo pensé demasiado.

Aunque no soy idiota, tengo formas de escapar que ni siquiera esta gente poderosa puede evitar.

Una mano sobre mi hombro me sacó de mis cavilaciones.

(¿Por qué Hércules mira tanto a la santa?)

Devilia, o madre como quiere que la llame, preguntó a través de una habilidad que descubrimos hace poco: Telepatía por contacto.

Varina, o la loca de la magia como la llama Hércules, explicó toda la teoría detrás de la habilidad. Pero no entendí un comino, solo sé que tengo que tocar, dar maná y hablar con el pensamiento.

(¿Santa?)

Respondí, arqueando una ceja.

(Aquellos que reciben una poderosa bendición de Ishtar se convierten en santos. Si Varina, Hércules y yo fuésemos a la iglesia, seríamos catalogados como santos de altísimo nivel. Esa chica de cabello celeste, lleva una túnica de la iglesia de Ishtar y tiene una bendición un nivel por debajo de nosotros, además...)

Puse todo de mí para no expresar mis emociones en mi rostro ni en la conexión.

Pero internamente suspire ante el largo discurso de Devilia. No me importa escucharla hablar todas las mañanas mientras me ceba mates. Pero ahora mismo, no es el momento para una de sus peroratas.

(¿Yo también puedo ser un santo?)

Interrumpí.

(...¿Estás interesado?)

Se detuvo por un momento antes de continuar.

(Pensábamos decírtelo algún día... Tu aptitud para la magia es terrible, mi niño. Quizás y solo quizás, con 10 años de estudio duro y una poderosa bendición, y solo si tienes mucha suerte, podrías usar la magia sagrada para que tus uñas brillasen.)

Fruncí el ceño.

¿Así de malo soy para la magia?

Como si leyera mi mente, Devilia continuó.

(Manejar el maná como un nutriente es terriblemente ineficiente. Sólo es posible porque tenemos 10 veces la cantidad de magia que el más poderoso de los magos mortales...)

Creo que no hay necesidad de decir terrible tantas veces, ¿sabes?

(Ya entendí, ya entendí.)

Si la dejo seguir, terminaré llorando.

Pero si lo pienso bien, tiene sentido. Sería mucho más raro, si yo, que vengo de un mundo donde hay tal cosa, pudiera manejarla al nivel de un experto.

Procedí a contarle que no tenía idea de por qué Hércules mira a la santa. Justo en ese momento, llegamos a mi casa.

"Ahora entiendo lo que dijo antes, Sylvan sama. Esta es una casa DE árbol."

Dijo, riendo, la chica maga. Creo que su nombre es Sofía.

Esta chica me agrada.

-----

Nota: Hubo algunos cambios en los capítulos anteriores. No es nada relacionado a la historia o los diálogos, así que no hace falta releerlos.

No sé por qué no se me ocurrió introducir las técnicas de espada tipo: Espada algo, primera forma. Así que ahora cada vez que se usa un poderoso ataque de espada es enunciado de esta forma.

Hércules es usuario de dos escuelas de espada: Espada Sagrada y Espada del Azteca. Los capítulos donde los nombres aparecen son: Capítulos 6, 17 y  18.

Haré un interludio contando sobre las técnicas de espada. 

Soy la planta más poderosa del mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora