Capítulo 7: Humanos, demonios y una planta

327 55 8
                                    

Soy Alicia deMaravilla, una orgullosa elfo oscuro y general del ejército demoníaco. Actualmente estamos en guerra con algunos reinos humanos.

Hoy recibimos noticias de que el héroe y su grupo cargarían contra la fortaleza Black. El héroe de esa diosa es tan fuerte que ningún demonio puede con él. Por eso, nos dirigimos junto con el Rey demonio para detenerlo.

Desgraciadamente, ocurrió lo peor: El héroe uso una habilidad que nunca antes un héroe había usado y cortó la cabeza del rey demonio.

Este es el peor escenario para mi y mis amigas, porque somos las siguientes víctimas de este asesino.

Para la raza demoníaca, la muerte del rey demonio actual es lo mejor. Él era la principal razón de la guerra.

Casi todas las razas opinaban que si tanto querían los humanos ese valle y bosque infestados de monstruos, que se lo demos. Nadie vive aquí.

Pero el rey decidió que no debemos dar nada a los humanos y llevó acabo una guerra. Cómo él era el más fuerte, es quien manda y nosotros obedecimos, pero yo estoy bastante en contra de la guerra.

"Sin su rey finalmente podremos liberar el mundo de su maldad" Dijo el héroe apuntando su espada sagrada contra nosotros.

No pude evitar temblar ante aquella mirada asesina. 

Pero entonces la noté, apoyada en un árbol a la orilla del bosque alguien nos veía. Medía metro setenta, tenía el pelo verde y largo, pecho plano y figura esbelta.

Una dríade quizás, aunque ellas suelen ser bastante pechugonas.

Su sonrisa se crispó al ver la cabeza del rey demonio rodar por el suelo.

Supongo que todos lo conocen.

No fui la única en verla, la Sabia de los humanos inmediatamente le lanzó múltiples hechizos de luz poderosos.

Pero la dríade los esquivó y avanzó hasta ponerse frente a nosotras, es como si quisiera protegernos.

Oh no, el héroe volverá a usar la habilidad con la que mató al rey demonio.

Un breve grito de sorpresa salió de su boca cuando el héroe le cortó un brazo.

"Increíble, Maou perdió la cabeza por eso. ¿Quién es ella?" Dijo Serafina, la Orco amante de las batallas.

Las dríades son buenas en magia, pero ella es muy veloz. Incluso le sigue el juego al héroe.

Y entonces sucedió, la dríade mató al héroe. Rara vez un demonio pudo matar a un héroe en un mano a mano.

"¿Una dríade le rezó a la diosa?" Quien dijo eso fue Melfina, una beastkin tipo gato. 

Las dríades se consideran a sí mismas como diosas, por eso nunca las verías rezando. Pero ella rezó como si pidiera compasión por el héroe.

"Las compañeras del héroe se están escapando, vamos a-" 

"¡No te muevas!"

Detuve a Serafina, quien estaba por correr hacia delante.

"Es verdad Sera, no sabemos si la dríade es amiga o no."

Las mujeres que acompañaban al héroe trataron de lanzar magia de teletransporte. Pero, tal como suponía, la dríade la detuvo dándole un golpe a la sabia y robando su báculo sagrado.

El resto del grupo trató de tomar sus armas, pero cayeron al suelo agarrando sus estómagos. Luego las ató usando su cabello.

"Las golpeo a la misma velocidad que se movía el héroe, increíble"

Serafina vio el golpe, pero yo no.

"Viene hacia aquí, no muestren hostilidad. Si es necesario, agacharemos la cabeza."

Los demonios somos seres orgullosos, pero al diablo el orgullo, yo prefiero vivir.

La dríade se acercó, trayendo tras de sí al grupo de chicas y se detuvo ante nosotras.

Entre los demonios es una falta de respeto que el débil se presente primero que el fuerte. Si ella no dice nada, yo no puedo decir nada.

Siento el sudor frió recorriendo mi espalda. El silencio se hace eterno.

Finalmente, ella señaló el suelo con una vara. Allí hay un mensaje escrito, aunque no se en qué momento lo escribió. ¿Por qué no habla?

"Dice: ¿Puedes leer esto?" Leí en voz alta el mensaje y respondí: "Sí, si puedo dríade sama. Si me disculpa la grosería dríade sama, ¿por-" Pero ella me interrumpió señalando de nuevo al piso.

"Dice: Le debo una disculpa. No me gusta la violencia, por eso pensaba interrumpir su pelea y averiguar por qué luchaban, pero llegué tarde para el finado cuernitos. "

¿Cuernitos? ¿Acaso no sabe que era el rey demonio Maou?

"Continúa: Hoy debería estar de festejo, en cambio, tuve que venir aquí y detener su patética pelea, también perdí uno de mis preciados brazos. Ya no quiero saber nada de ustedes."

Todos aquí tragamos involuntariamente. 

"Sigue: Por cierto, ¿si voy a una ciudad humana, me dejarán entrar?"

Cambió de tema tan abruptamente que me desconcertó.

Las humanas elevaron sus cejas por la sorpresa.

"¿Por qué querrí-" Pero ella golpeó el suelo con su vara. "Probablemente no, dríade sama. Los humanos desprecian todo lo que no sea humano."

Las humanas tenían sonrisas incómodas en su rostro, parecían querer hablar, pero no se animaron.

"Dice: ¿Y si voy a una ciudad de su país?"

"Le recibiremos con los brazos abiertos dríade sama" Respondí inmediatamente.

Luego soltó a las humanas, le devolvió su bastón a la sabia, tomo la espada sagrada Withe y a la espada demoníaca Kuro. Y se fue hacia el bosque de donde vino.

"No preguntó nuestros nombres ni se presentó. No somos más que basura a sus ojos ¿eh? Estoy agradecida de que no nos haya matado."

"Demonios" Llamó la santa. "¿Les parece bien dejar la guerra por hoy?" 

Luego ellas también se fueron y nosotros comenzamos a caminar hacia la fortaleza.

***

Hablar escribiendo fue agotador, quería preguntar un montón de cosas, pero me empezó a doler el brazo amputado. 

Supongo que mi conciencia tiene sus lados malos también ¿eh?

Pero una cosa es segura, estoy muy lejos de poder salir al mundo exterior. Me sentí indefensa ante personas.

Quizás debido a mi largo aislamiento, tengo un poco de fobia social. Me olvidé de las mitad de las cosas que quise preguntar, que tonto soy.

Volveré con madre y novia para contarles lo sucedido, seguro que madre se enoja por haber sido tan grosera con esa gente.

Soy la planta más poderosa del mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora