Capítulo 15 - Una historia nueva

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Nota: El nombre del cap viene porque es la continuación del 13: una historia antigua. Originalmente iba a todo en un mismo capítulo.

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En algún lugar del mundo, dentro de un abismo sin fin. Una mujer mayor, cuya piel es color verde jade, susurraba algo a una joven, cuyo cuerpo brillaba en una luz tan blanca como su hermoso cabello.

La serpiente, que también escuchó el susurro, sintió la verdadera desesperación.

Estas emociones eran nuevas para él. Una vez fue el dios serpiente, pero ahora, atrapado bajo el sello de estas brujas, su poder era apenas el 1% de su grandeza.

Aceleró su paso y elevó su cuerpo, mirando desde lo alto a las mujeres. No atreviéndose a acercarse más que esto.

"Tu luz se está extinguiendo. ¿Cuánto tiempo más crees que podrás tenerme aquí, Ishtar? Las deidades podrían llegar en mil años, ¿de verdad aguantarás tanto? Si me dejas salir, te dejaré vivir en paz en el reino que elijas. Destruiré a todas las razas que te molesten e incluso te daré uno de mis ojos. El mundo, el mismísimo mundo estará a tus pies."

Gritó la serpiente desde lo alto y mirando hacía abajo a las dos mujeres, la desesperación en su voz era clara.

"Ruidoso." Fue todo lo que la mujer de pelo blanco platino dijo y agito su mano.

Una palma blanca y prístina apareció desde el cielo lejano. Aplastó a la serpiente contra el suelo. Haciendo que sus ojos volvieran a estar a la misma altura que la de ellas.

Ignorando a la serpiente, la mujer, Ishtar, continuó hablando con la mujer mayor.

"Entiendo lo que dices, Devilia. Pero es peligroso dejar este lugar sin vigilancia. Aunque nuestros cuerpos y poder espiritual sigan aquí, alguien podría tratar de romper el sello desde afuera."

"Hace más de cien años que nadie siquiera se acerca a esta montaña. Mis niños y tus niños lo mantienen bien vigilado."

"Aún así, debemos-"

"Yo tengo más de cien mil años de edad, no me molesta esperar 20 o 30 mil años a que vengan las deidades. Pero tú, mi niña, no eres inmortal. Incluso en tu forma astral, no vivirás más de 600 años."

"Pero-"

"Dime, ¿cuántos años tenías cuando luchamos contra esa cosa?" Dijo señalando a la serpiente, todavía aplastada por una mano blanca.

Los ojos de la serpiente brillaron en un rojo por la rabia de ser insultado.

"...25" Respondió, con una pizca de vergüenza en su voz.

La mujer mayor, Devilia, dio un golpe con su dedo en la frente de Ishtar.

La postura de loto de Ishtar se rompió y cayó de espaldas al suelo.

Momentos después, la oscuridad del abismo se deshizo y la luz del sol iluminó todo, revelando un gran valle rodeado por gigantescas paredes de piedra.

Enormes cráteres, de los cuales brotaba magma y chorros de fuego, estaban dispersados por todo el suelo rocoso y sin rastros de siquiera una hierba.

Las paredes del valle tenían múltiples cortes, marcas de impactos y zonas ennegrecidas por alguna magia de fuego.

Sobre la árida tierra, descansaban los huesos de múltiples especies: humanos, dragones, reptilianos, elfos, orcos, serpientes gigantes, y un sin fin de bestias gigantescas.

También estaba el tronco seco de lo que alguna vez fue un gigantesco árbol tan grande como una montaña.

"Disfrutemos el mundo y volvamos aquí cada tanto a verificar que todo siga en órden. No voy aceptar un no como respuesta."

"Bien, pero antes debemos asegurarnos de que no pueda escapar." Dijo Ishtar mirando, con una sonrisa vil, a la serpiente todavía aplastada.

"Estoy de acuerdo." Respondió Devilia.

Notando sus intenciones, la serpiente se estremeció levemente. Pero una poderosa aura negra brotó de su cuerpo, rompiendo la magia que lo tenía aplastado.

"No se burlen de mí, malditas brujas."

Los colores negro, blanco y verde, pertenecientes a las magias oscura, sagrada y del bosque, tiñeron el cielo.

Fueron acompañadas de estruendos y terremotos. Las nubes que rodeaban la zona, se apartaron como temiendo quedar atrapadas en esta brutal batalla.

En el resto del mundo, las catedrales de la diosa Ishtar entraron en pánico. Las estatuas sagradas se estremecieron y algunas, incluso, se rompieron en pedazos.

Conociendo el significado de esto, el papa ordenó que un ejército de 10 mil paladines se preparasen para una larga misión. Su objetivo era buscar cultistas del dios serpiente y reforzar la seguridad.

La patria entera de los elfos también entró en caos. Su árbol del mundo se estremeció y muchas hojas se marchitaron al instante.

La reina elfo, que también conocía el significado, movilizó 2 mil elfos nobles para hacer otra limpieza del culto del dios serpiente en todas las zonas aledañas a su reino.

Ni el papa, ni la reina elfo, sabían la verdadera razón de estos sucesos. Pero ambos tenían una tradición heredada de sus antepasados: "Cuando el mundo tiemble, no escatimes gastos ni favores en erradicar a las serpientes."

Una semana después, una gigantesca serpiente yacía inconsciente en el suelo de lo que una vez fue un abismo oscuro. Sobre su cabeza se sentaban dos mujeres en posición de loto.

"Parece que alguien con una poderosa bendición mía, tuvo la misma idea. Le pediré ayuda." Dijo Ishtar, su voz llena de emoción.

"¡Oh! Suenas emocionada, querida. Quizás... ¿tienes muchas ganas de tener novio?" Preguntó Devilia en tono burlón.

"¡Cállate!" Respondió Ishtar, con su hermosa piel pálida teñida de un leve rojo.

Realmente, eras una jovencita. Pensó Devilia.

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Nota: Con esto finaliza la creación del mundo, lo que convierte la historia en una novela. Ahora sí, vamos derecho a los eventos del prólogo.

Soy la planta más poderosa del mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora