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Londres, Inglaterra15 de marzo, 2017

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Londres, Inglaterra
15 de marzo, 2017

Parecía un lugar completamente diferente. Eso fue lo que pensó Harry en cuanto salió del coche y se encontró con el Britannia Leisure. Louis estaba a su espalda, terminando una llamada con el equipo de policía.

—Sarah Wright no miente, estuvo en Birmingham la semana del asesinato de Josh. Aunque... Hay algo más.

El forense detuvo sus pasos, girándose sobre sus pies para mirar directamente a los ojos azules del policía. —¿Qué más?

—Han encontrado los recibos del viaje en autobús, y no sólo compró tres billetes... Fueron cuatro.

Harry abrió sus ojos inmediatamente, sorprendido. —¡Lo sabía! Había algo que no nos estaba contando. ¿Qué hacemos ahora?

—Tenemos que interrogar a Amanda, no podemos dejar escapar a una posible sospechosa porque otra nos haya ocultado algo.

El ojiverde asintió, permitiendo relajarse lo suficiente para dejar el día en manos de Tomlinson. Apenas había podido dormir, en su mente tan sólo cruzaban las infinitas posibilidades para la resolución del caso, la torpeza del equipo de seguridad y la ansiedad que causaban los medios con aquella difamación de bulos.

La lluvia caía en un constante y melancólico tamborileo sobre el techo metálico del polideportivo, creando una atmósfera sombría que envolvía el lugar. El eco de los pasos de Harry y Louis resonaba en el vestíbulo de entrada, donde las luces parpadeaban intermitentemente, arrojando sus sombras en las paredes desconchadas.

Harry adelantó a Louis mientras ajustaba su gabardina empapada. Sus botas crujían en el suelo de linóleo, y el sonido llenaba el espacio con una sensación de urgencia.

—¿Nos hacemos unos largos? —Bromeó el ojiazul detrás de sí, una vez que pasaron por el largo de la piscina, obteniendo únicamente una mala mirada por parte del forense que le hizo reír.

Harry detuvo su mirada en el final del pasillo, donde una puerta de doble hoja daba acceso al gimnasio. Avanzaron con cautela, el policía con una de sus manos en el bolsillo de su arma y sus corazones latiendo al unísono, cada paso aumentando la tensión en el aire.

El lugar estaba iluminado por un par de luces tenues en los extremos opuestos del gimnasio. Las canchas de baloncesto y voleibol yacían en silencio, como un recordatorio de días pasados de actividad frenética. Pero en el despacho pegado al gimnasio, bajo una única luz que colgaba del techo, estaba Amanda, la sospechosa.

Amanda se encontraba de pie, con una expresión nerviosa, mirando el suelo levemente mojado por las recientes goteras. El reflejo de la luz en el suelo creaba destellos en sus ojos, dándole un aspecto más inquietante de lo que ya era. Harry y Louis se acercaron con calma mientras se mantenían alerta.

—¿Señorita Seyfried? —Preguntó Harry con un tono autoritario, rompiendo el silencio que dominaba la habitación.— Somos del departamento de investigación. Necesitamos hablar con usted sobre Josh Smith.

No Body, No Crime | L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora