6

79 9 1
                                    

Londres, Inglaterra18 de marzo, 2017

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Londres, Inglaterra
18 de marzo, 2017

Louis caminaba con paso firme por las calles oscuras y retorcidas del peligroso barrio de Londres conocido como Tower Hill. A su lado, Harry lo seguía con una mezcla de ansiedad y curiosidad. Ambos estaban en aquella nueva búsqueda crucial: el esquivo bar de Simmons. La noche era fría y comenzaba a caer la lluvia, lo que solo agregaba más tensión al ambiente.

Las luces de neón con los nombres de los establecimientos parpadeaban de manera intermitente, iluminando las fachadas de los decadentes edificios que rodeaban la calle. Graffitis, vidrios rotos y carteles publicitarios destrozados eran una constante, indicativos de la vida desordenada y caótica que prevalecía en esta parte de la ciudad. El ruido constante del tráfico, mezclado con la música estridente de bares cercanos, creaba una sinfonía que resonaba en el aire.

—¿Por qué? —Louis escuchó la voz de Harry a su izquierda, la cual le hizo girarse en su dirección. Frunciendo el ceño, preguntó.

—¿Por qué, qué?

Louis sacó su linterna y la encendió, arrojando un haz de luz sobre el pavimento empapado. Ambos avanzaban con cautela, sus sentidos alerta ante cualquier señal de peligro.

—¿Por qué Josh vendría a un lugar cómo este sólo para beber?

La reputación de Simmons era conocida en la fuerza policial; era un lugar de reunión para delincuentes, traficantes de drogas y pandilleros. Si querían encontrar a Simmons, tenían que sumergirse en este mundo.

—Dudo que así sea, Andrew nos dijo que Sarah sospechaba que venía para algo más.

—Dos hijas, una esposa, ¿cómo puedes desperdiciar eso?

A medida que avanzaban, el ojiazul notó la mirada inquisitiva de Harry, quien era nuevo en este tipo de operaciones. Le dedicó una mirada de advertencia antes de continuar avanzando. El olor a humo de cigarrillos y comida chatarra llenaba el aire, la tensión seguía palpable.

Finalmente, llegaron a un callejón estrecho y mal iluminado que Louis sabía que les llevaría al bar de Simmons. Harry le seguía de cerca, pegado a él en una búsqueda silenciosa de protección. Al llegar a la entrada del callejón, el rizado dio un paso al frente y se detuvo en seco. La entrada al bar estaba flanqueada por dos hombres grandes y musculosos, con tatuajes en los brazos y miradas frías.

—¿Qué quieren? —Gruñó uno de los hombres, mirando a Harry y Louis con desconfianza.

El ojiazul se identificó como oficial de policía. Los dos hombres en la entrada intercambiaron miradas antes de abrir el camino y permitirles el acceso al bar.

Al entrar, ambos quedaron impresionados por la oscura atmósfera del lugar. La música a todo volumen hacía vibrar sus tímpanos, y la multitud de hombres se agolpaba en el estrecho espacio. Todos tenían en común un aspecto peligroso y miradas frías, ocupaban las mesas y la barra. El humo de los cigarrillos colgaba en el aire, difuminando la visión.

No Body, No Crime | L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora