4. Un jugador particular

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Unos minutos después...

— Te digo yo que necesitamos otro delantero — Dijo Syon mientras caminaban rumbo a la cancha del barrio de tiendas. — Pero si ya estás tú, deberíamos encontrar algunos mediocampistas — Mark estaba seguro de que por ahora podían jugar con un solo delantero, por lo menos provisionalmente. — No nos vamos a dar el gusto de elegir, no somos ni un club con renombre ni con fondos para poder hacerlo — Syon venía de una familia con ciertos recursos pero no le iban a dar mucho dinero para esto, ya que su familia era muy estricta y más con el dinero.

Ya cuando llegaron a la cancha empezaron a jugar, esta era una forma de ver si había alguien cerca con interés y de poder demostrar que eran buenos con el balón si alguien en verdad los estaba observando había medios más convencionales para fichar jugadores, pero por ahora querían empezar lento con esto, dado que iba a ser más fácil fichar mientras más jugadores se unieran.

— Me siento observado... — Exclamó Mark mirando en todas las direcciones posibles, había una presencia siniestra mirándolos fijamente, al estar desconcentrado recibió un balonazo en la cara de parte de Syon. — ¡Hey! ¿Era eso necesario? — Gritó fuertemente Mark, los disparos del rubio eran bastante potentes y estar desconcentrado le podía jugar una mala pasada.

— No deberías dejar de mirar el balón si eres un arquero de verdad, Mark. — Dijo el delantero riéndose, pero incluso él podía notar que había alguien con la mirada puesta en ellos, en ese momento gritó. — ¡Si nos estás mirando sale ya o empezaré a disparar hasta dar contigo! — Dijo esto casi de broma pero no se esperaba que alguien en verdad apareciera entre los arbustos, no fue hasta que la persona empezó a caminar en su dirección que se dio cuenta de que había funcionado su idea.

Era un joven de su edad, con una cara bastante siniestra y marcas debajo de los ojos, pero la característica qué más resaltaba era su cabello blanco y totalmente despeinado, lo cual no combinaba nada con el uniforme del Instituto Raimon que llevaba puesto.

El joven caminó hacía ellos y con una siniestra y casi forzada voz comenzó a hablarles. — Sus plegarias han sido escuchadas mortales, yo, Shadow Cimmerian, nacido de la oscuridad más oscura y criado en las sombras de la sociedad con el poder para destruir la civilización, escuché su llamado de auxilio y me uniré a su club de fútbol, quizás así pueda mostrar el lado oscuro del corazón humano. — Dijo esto cómo si nada, pero Mark y Syon estaban con una mezcla de confusión y risa en sus caras, no se podían creer lo que estaban escuchando, era prácticamente un monólogo de una obra de teatro de mala calidad, pero Mark le extendió la mano a Shadow como si nada.

— No me des la mano mortal... Mi alma porta el fuego del Inframundo... Podría matarte con solo acercarte... — Mark simplemente le estrechó la mano como si nada, esto molesto a Shadow un poco, pero rápidamente volvió a su personaje. — No lo puedo creer, eres el elegido, nadie en mis 8000 años de vida había podido tocarme sin perecer de forma inmediata... Quizás portas sangre alienígena —.

Syon miró esta escena cada vez más confundido por lo que rápidamente se acercó al balón y le dio un pase a Shadow. — Muéstranos lo que sabes hacer entonces "señor oscuro" —.

A Syon le encantaba molestar a sus compañeros con tal de que estos se determinarán a cerrarle la boca. En ese momento Shadow Cimmerian sonrió y simplemente levantó el balón e hizo algo completamente inesperado para Mark.

— Tornado Oscuro! — Al oír este grito de Shadow, ambos vieron cómo giraba en el aire junto con el balón cubierto en un fuego casi negro, inmediatamente el balón salió disparado rumbo a la portería.

Ni Mark, ni Syon se dieron cuenta, pero el balón ya estaba en la red. — Estas dentro... — Dijo Mark mientras miraba al balón rodar lentamente en el suelo, aún cubierto con un poco de fuego oscuro.

— Eso ya lo había determinado yo. — Dijo Shadow mirándolos con una sonrisa siniestra que realmente no mostraba maldad alguna.

En el hospital...

Un chico miraba su vendaje y volvía a mirar por la ventana, tenía que volver a jugar al fútbol, pero no recordaba mucho dobre si mismo, conocía detalles básicos pero seguía sintiendo que su mente había sido quebrada en varios fragmentos, dejándolo con un vacío gigantezco en la memoria, amaba el fútbol pero no sabía la razón de este cariño.

Un chico miraba su vendaje y volvía a mirar por la ventana, tenía que volver a jugar al fútbol, pero no recordaba mucho dobre si mismo, conocía detalles básicos pero seguía sintiendo que su mente había sido quebrada en varios fragmentos, dejándolo...

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PD: Tan fachero y tan poco protagonismo, aunque en los juegos su diseño es un poco diferente.

Tornado Inverso I: Shatter MachineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora