6. Conwell, Conwell, Conwell

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Dos meses atrás...

— Nara grita, Nara aplaude, Nara mira emocionada al joven Eugene Conwell, el orgullo y única estrella de la prefectura. — El comentarista y el narrador comentaban cada jugada cómo si del mejor jugador de todos los tiempos se tratase, cada habitante de Nara conocía a Conwell por alguna razón, su popularidad en el fútbol lo llevó a tener diferentes acciones publicitarias que terminaron por colocarlo varios escalones arriba de cualquier otro futbolista de Nara.

Un mes atrás...

— Sorpresivamente el ícono del fútbol de Nara, Eugene Conwell, decidió romper todos los contratos con diferentes empresas y hasta acabó por despedir a su agente, en lo que podría considerarse como el movimiento más infantil posible — El noticiero continúo hablando sobre este tema, era claro que Eugene tenía un problema que afrontar, pero los medios solamente lo criticaron sin parar, su imagen no iba a ser la misma después de esto.

En la actualidad...

— Tokio es bastante agitado... — El joven daba vueltas con sus maletas por diferentes tiendas intentando mantener una lista de cosas que comprar en su cabeza, había escapado de Nara para poder sentirse libre, fuera de los focos y las cámaras.

Unos minutos más tarde salió de las calles más habitadas rumbo a su hotel, dónde estaría hospedado por algunos meses mientras intentaba volver a sentirse cómo un adolescente, la fama había estado a punto de acabar con su inocencia y su felicidad. Al llegar a su hotel, rápidamente dejo todas sus cosas y partió con un balón de fútbol a recorrer las calles de la desconocida ciudad a la que había llegado.

Mientras jugaba en las calles se topaba con diferentes chicos de varias edades con los que jugaba, hace mucho tiempo que no podía disfrutar del fútbol de esta forma, por lo que mostraba su talento a cada jugador con quién pasaba el tiempo. — Necesito jugar contra gente mejor y que pueda seguirme el ritmo — No tenía mucha confianza en los jugadores de la Ciudad Inazuma, ya sea por la falta de dificultad que encontró en las diferentes pachangas que jugó por horas, aunque un nombre se había quedado guardado en su cabeza: "Royal Academy". Un instituto del que ya había oído anteriormente pero que ahora le generaba un interés mayor, muchos jugadores que se encontró tenían miedo de ese nombre y solo sabían decirle que eran el mejor equipo, y esto le molestaba demasiado.

Si causaban miedo y eran los mejores entonces debería existir más información sobre el instituto, pero siempre que preguntaba le decían la misma frase como si de una respuesta predeterminada se tratase, el sabía que la popularidad significaba tener una voz más potente que el resto, era un recurso que se podría utilizar para algo mejor que solo infundir miedo en el resto de futbolistas.

Un día después...

Casey se encontraba dando veinte vueltas al campo sin parar mientras Shadow disparaba varios balones en su dirección. — Más rápido Para ser un sacrificio digno necesitas estar en condiciones... — El peliblanco se encontraba casi divirtiéndose, aunque intentaba demostrar una calma y oscuridad cómo ya era costumbre de el, no quería admitirlo, pero Casey era bastante más rápido que el y estaba seguro de que sería un buen aporte para el equipo.

Mientras tanto, Mark y Syon planeaban la formación del equipo y veían los posibles refuerzos que podrían realizar para ser un equipo en condiciones. - Creo que la prioridad sería tener dos centrales y dos laterales, Casey en el mediocampo junto a otros tres jugadores y la delantera seríamos Shadow y yo - El rubio sabía que los mediocampistas que acompañaran a Casey necesitaban ser de perfiles menos ofensivos y que pudieran defender de forma regular, siendo esa una de las características que Leather no tenía.

— Defensa... Defensa... ¡Lo tengo! He visto a chicos jugar en el barrio de tiendas y decían que querían ser grandes defensas como su hermano mayor — Al decir esto, Mark estaba confiando plenamente en las palabras de niños que ni conocía, pero la admiración que estos tenían lo hacía pensar que algún tipo de potencial debía existir.

— Me gustaría poder rechazar esa idea, pero es lo mejor que tenemos por ahora — Syon no quería recurrir a información como esa, pero fichar jugadores era una prioridad, sean buenos o malos, así podrían competir contra otros equipos.

— Mañana podríamos visitar el barrio de tiendas, de seguro algo encontraremos — Mark estaba confiado en que iban a dar con su próximo jugador, pero no pudo pensar mucho ya que visualizo algo que lo dejó muy confundido.

— Ven acá conejo.... ¡Es la quinta vez que te escapas! — Dijo una joven de cabello celeste que portaba un pequeño sombrero, mientras perseguía por la calle a un conejo blanco, los cuatro futbolistas se detuvieron y observaron como el conejo daba vueltas y vueltas hasta saltar un muro cercano, la chica no perdió tiempo y salto en búsqueda de su mascota, dejando esta situación como una rara anécdota.

— Esta ciudad es cada vez más rara — Dijo Shadow mientras el resto del equipo lo miró riéndose, ¿Qué tan bizarro se tenía que ser para dejar confundido hasta a Shadow?



PD: La subtrama de Conwell va a continuar de forma paralela con la historia principal por ahora.

Tornado Inverso I: Shatter MachineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora