48. Día en la playa

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Juro que no es capítulo de relleno, por mucho que sea en la playa.

Con la victoria del Fire Cloud, cada equipo participante se preparó para darlo todo en el Fútbol Frontier Invitational. Pronto el sorteo se realizaría y cada equipo conocería el primer escalón del complicado camino que recorrerían en caso de ganar.

El entrenador Canon tuvo la idea de ir con el equipo a la playa para celebrar la primera de muchas finales ganadas, los Play-Offs fueron duros y tuvieron dos partidos llenos de esfuerzo por parte de cada jugador, era un cambio de ritmo que ellos apreciaban.

Los fondos de Eugene Conwell fueron vitales en hacer esto posible, así que luego de avisarles a todos, un día domingo se juntaron en la mañana y pusieron rumbo a una playa de la que nadie había oído hablar, al salir del bus todos se quedaron un rato mirando la playa.

— Nunca había venido a una playa — Dijo Mark asombrado por el paisaje que sus ojos veían, era rarísima la arena para sus pies, se preguntaba si era viable jugar al fútbol en estas condiciones.

— Es una playa algo escondida, no sé como la conocieron en primer lugar — Wonder ajustaba su sombrero, el sol no le generaba mucha felicidad pero para eso estaba el agua.

— Hay poca gente, será muy relajante... — Leather luego de decir esto, se puso unas gafas de sol y junto a Lung comenzaron a correr en dirección al agua, donde Platinun ya estaba descansando en un flotador.

El grupo se dispersó y todos pasaron un buen rato realizando diferentes actividades, Mark a diferencia del resto solo se sentó bajo una sombrilla y miró el mar por un buen tiempo mientras los recuerdos de cada partido aparecían constantemente en su visión.

— Somos buenos... ¿Pero podremos ganar cada partido? — Su pregunta iba dirigida a si mismo, confiaba en sus compañeros pero aún así las dudas siempre se encontrarían en su cabeza.

— Son buenos, sí, con el tiempo podrían ser un equipo digno de enfrentar — Era una voz desconocida para Mark, alguien se sentó a su lado y solo ahí pudo ver la cara de esa persona.

Unos ojos marrones con una cálida mirada, un cabello largo de color lima y una cara sin ningún defecto, llevaba puesto un bañador bastante antiguo de color blanco que cubría gran parte de su cuerpo.

— ¿Nos conocemos...? — Mark preguntó pues una sensación extraña apareció en su ser, no existían palabras para explicar bien su estado actual, aún así sentía confusión.

— Tu a mí no me conoces, aunque yo llevo un buen tiempo viéndote jugar, es una gran coincidencia encontrarte aquí — Su voz cargaba una dulzura que Mark no identificaba, en general la presencia de esta persona era potente, con un aura diferente al del resto de gente.

— ¿En serio? Pues... Gracias, por verme jugar digo, aunque... Bueno... ¿Tal vez no hice mucho? Entonces no tendría que darte las gracias... — Mark no sabía que decir, era difícil formar oraciones coherentes al hablar con alguien así.

— No hay porque ponerse nervioso, Mark, soy la definición de belleza pero aún así tu mereces mi respeto — Sonrió y Mark comenzó a mirar el océano, no aguantaba más ver su cara, era tan brillante que lo dejaría ciego.

— Todavía no te he dicho mi nombre, lo siento, que falta de respeto por mi parte... — Entonces Mark volvió a mirarla, aún así le costaba mantenerse en buen estado, mucho nerviosismo lo harían verse mal.

— Llámame Brynn... A poca gente le he dicho mi nombre, siéntete orgulloso — Brynn dijo esto y con una palmada en el hombro de Mark se levantó, el viento causando que su cabello ondeara de forma majestuosa

Tornado Inverso I: Shatter MachineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora