42. Una dura realidad

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Vuelven los capítulos cortos, los que sean mas extensos probablemente sean los que contengan partidos o momentos muy relevantes.

Un duro día en la vida de Mark Evans, solo eso, ni una sola sonrisa, ni una mirada esperanzadora, todo el mundo veía como él portero más optimista de todos no actuaba de forma normal.

Varias veces Charlie y Shadow trataron de hablarle en el instituto, solo para recibir respuestas vagas y sin nada de emoción en el tono de su compañero, Island le dijo a Shadow que una lápida parlante hablaría con más esperanza y felicidad. Ese día Mark no fue a entrenar, quería averiguar el estado de Simon y por eso fue a buscar pistas, ya sea tratando de encontrar a la familia Calier o buscando información en las cercanías del Kirkwood, el trayecto fue largo y lento, con un Mark perdido en las grises nubes de aquella tarde.

Cuando se acercó al instituto Kirkwood notó la escena del accidente y por un momento no supo calmarse, viendo desde lejos como la zona estaba con muchos daños, en especial ese edificio del que Simon salía, Mark siguió su camino sin dejar de pensar en que hubiera pasado si el rubio ingresaba en otro edificio o iba directamente a la Ribera del río.

En el Kirkwood tardó varios minutos preguntando y averiguando la mayor cantidad de datos posibles, nadie tenía mucha idea del paradero actual del antiguo portero suplente pero le dieron la ubicación de la casa de Simon, esta información fue proporcionada por un grupo de estudiantes que vieron el partido y quedaron impresionados con el Fire Cloud.

Otra larga caminata, Mark solo podía escuchar sus pasos en esa calle llena de personas y autos, pasó el tiempo y finalmente dio con la casa de la familia Calier.

En la Ribera del río...

— El día de hoy Mark no formará parte del entrenamiento, todos, a ese lado del campo — El entrenador Canon recibió por parte de Goddard las noticias sobre el estado de Mark, no le negaría a este último la posibilidad de enterarse del estado del rubio.

Eugene Conwell no tenía conocimiento alguno de dicha situación, pero le molestaba lo poco que hablaba el mundo de su gol, sin él estarían fuera de los Play-Offs e igualmente la mirada del equipo recaía en otras personas, esto lo motivaba a mejorar y brillar pero igualmente su molestia no disminuiría.

Los jugadores realizaron ejercicios básicos y un calentamiento para así dar inicio a la sesión del día, aunque el ambiente era muy diferente sin la presencia de Mark, no solo eso sino que varios miembros del Fire Cloud se sumergían en sus pensamientos y reflexionaban sobre sus propios problemas.

Pace Keeping y su dolor nunca se separaban, por eso el día de hoy llevaba sus típicas vendas en la pierna derecha, por el momento se consideraba un suertudo ya que la pierna izquierda aún resistía cada partido sin mostrar daño alguno, esto en parte porque era diestro y ni las supertécnicas ni su estilo de juego eran influenciados por su zurda, el mismo creía que la usaba muy poco.

Dean Goddard pudo ver en primera fila como Mark se enteraba de la noticia, eso fue suficiente para dejarlo mal emocionalmente, su pasado quedó en segundo plano luego de tal horrible situación, planeaba en apoyar con total determinación al capitán sin importar lo que pasase.

En un hospital de la Ciudad Inazuma...

Dino Zolletta sentía menos dolor y con positividad se recuperaba de esa potente patada, a su lado el chico de pelo verde conversaba como era ya de costumbre.

— Es raro que nadie te visite, ¿No crees? — Decía con un acento italiano muy marcado, en todo este tiempo fue la única visita constante del delantero/mediocampista del Fire Cloud, en un principio las conversaciones eran tensas, pero eso quedó en el pasado.

Tornado Inverso I: Shatter MachineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora