Esperaba que me respondiera, que me dijera que yo estaba equivocada, que lo nuestro podía ser a pesar de todo, que no había nada ni nadie que lo pudiera detener. Pero los minutos pasaban y no había nada, ninguna respuesta. Pensaba que tal vez no estaría conectado o que estaba ocupado para ver mi mensaje.
Dejé pasar algunas horas, pero la respuesta no venía. Tampoco me aparecía que había visto mi mensaje. Así que me mantuve con toda tranquilidad. Pero con el pasar de los días pensé que algo estaba realmente mal. ¿Cómo si decía que yo era su sueño de adolescente me había olvidado tan rápido? ¿Se habrá enojado? Peor aún ¿Le habrá pasado algo?
Vivir con la angustia de no saber qué pasa por la mente de otra persona es algo que tortura, lenta y dolorosamente. Pero tal vez deba aceptar lo que está trazado en mi destino, que errónea y apresuradamente escogí para mí. Pero ¿Cómo olvidar al hombre que me hizo despertar nuevamente tantos sentimientos dormidos?
Por otro lado, Alberto comenzó a notar que estaba extraña y está preocupado pues no sabe qué me pasa. Yo simplemente intento mantener mi distancia, mi espacio. Ya he vuelto a trabajar y al menos con eso puedo excusarme de estar cansada o con dolor de cabeza.
Comienzo a tener miedo de lo que pueda sentir. Cada noche sueño con Augusto, besándolo, desnudándolo, haciendo el amor con él y siempre somos descubiertos por Alberto. Había construido un mundo perfecto en el que tenía estabilidad, amor, trabajo, una vida llena de posibilidades de superación, pero ¿De qué me sirve tener esa maldita estabilidad si no tengo el amor verdadero?
Ahora lo entiendo, nunca fue suficiente, tenía una vida completamente superficial y de la noche a la mañana cuando esa construcción idealista de mi mundo parecía inquebrantable aparece aquel hombre, con su sonrisa perfecta, sabiendo perfectamente lo que necesito, llenando aquel espacio que estaba vacío hace tanto tiempo y hace que mi poderosa fortaleza se desarme.
Tan solo ahora puedo ver que me he apresurado para cumplir con un modelo de mujer que todos esperaban de mí, hacer feliz a otros en vez de ser feliz yo. Alberto es feliz conmigo, mi familia es feliz con este matrimonio, su familia está feliz conmigo. Todos felices menos dos: Augusto y yo.
Decido levantarme y encender mi computador, no puedo quedarme de brazos cruzados, sintiendo esta profunda angustia que me está oprimiendo. Me doy cuenta de que la foto de perfil de Augusto ha cambiado, pero no hay respuesta de mi mensaje ¿Qué es lo que está pasando por su cabeza? ¿Qué debo hacer yo?
Comencé a redactar un nuevo mensaje, increpándolo, preguntándole porqué aceptó mis palabras tan fácilmente si decía que yo realmente le importaba. Mientras escribía me daba cuenta de que nada de esto tenía sentido. Aunque decidiera en algún momento dejar atrás mi matrimonio recién comenzado, nunca nadie aceptaría una posible relación son el sobrino de mi marido. Es una soberana locura, pero estoy enloqueciendo de a poco.
Borró cada palabra de mi mensaje, sé que todo es inútil, que si decidió no mirar mi mensaje, que si ha decidido mantenerse en silencio todo este tiempo, no sirve de nada decir todo lo que tengo guardado. Tal vez está esperando que yo haga algo más, que yo me arriesgue por él, otra vez, pero de otra forma.
Con mi cabeza hecha un mar de dudas, camino por la casa, sin saber qué debo hacer o qué quiero hacer. Sé que estoy mal, pero siento que solo él es el único capaz de darme una luz de esperanza, pero si ha desistido, pensando en que ya consiguió de mí lo que necesitaba, o pensando en que no puede ni debe seguir dañando a su tío, a su familia. Tal vez se dio cuenta del daño que nos estamos causando y que podemos causar a quienes nos rodean y así decidió olvidar todo lo que dijo.
Doy vueltas una y otra vez a cada una de las ideas que vuelan por mi mente y tomo una decisión. Voy a la oficina que Alberto tiene en la casa y busco su agenda hasta llegar al número de Augusto en Argentina y lo guardo en mi celular.
ESTÁS LEYENDO
Arriésgate por mí
ChickLitLa despedida de solteras debería ser una noche entretenida, que recuerdes para toda la vida. Llena de locuras, el fin de una etapa y el comienzo de otra. Pero ¿Qué tantas sorpresas puede guardar esa noche? Para Zoe será inolvidable, por mucho que d...