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Poco a poco fue abriendo sus ojos, se encontraba muy desorientada.

No sabía en donde estaba, lo único que recordaba era el rostro triste de su hermano, el recuerdo de lo que pasó en la habitación de su hermano, golpeó su mente con fuerza.

"¡Sasuke!"

Pensó al recordar al hombre por la cual siempre había suspirando, ese hombre que fue su único amigo de la infancia. Sasuke Uchiha, su primer y único amor.

Se incorporó rápidamente de la cama, en la que estaba acostada, miró todo a su alrededor, la habitación era espaciosa y lujosa, pero tenia un toque deprimente, no lo decía solamente por el color de las cortinas, la cuales eran gruesas y de un color oscuro, le hacía difícil saber si era de noche o de día, la habitación tenía dos estantes llenos de libros a la derecha, cerca de la chimenea la cual se encontraba encendida, a la izquierda estaba el closets también estaba unos muebles, con una mesita de cristal en medio, también había dos puertas, una daba al baño y la otra de seguro daba al pequeño bacón.

Tenia que admitir que la habitación es hermosa, aún así no entendía algo.

¿Cuanto tiempo estuvo inconciente?.

Era lo que se preguntaba, la pelirrosa se levantó de la cama y camino hacia las cortinas, donde las abrió, dejando ver una vista hermosa para ella, quien se quedó embelesada por la belleza que tenía el reino del sur.

Los árboles se encontraba cubierto de nueves al igual que las montañas que se podían ver desde la lejanía, el sol estaba apareciendo poco a poco, dándole un toque hermoso.

Mientras que ella estaba hipnotizada por la belleza de la naturaleza.

Sasuke había entrado a la habitación, luego de que terminara de entrenar, al ver que Sakura no despertaba, se había preocupado, tal vez utilizó demasiada fuerza, solo esperaba que despertará pronto.

Grande fue su sorpresa al verla mirando la ventana, una sonrisa inconcientemente apareció en la comisura de sus labios, al verla tan concentrada en lo que sea que estuviera viendo, que no se había dado cuenta de su presencia.

- veo que despertaste.

El Uchiha vio como el cuerpo de la pelirrosa se tensó por unos segundos, rápidamente ella giro su cabeza, para encontrarse con la mirada onix del azabache.

Sasuke sintió como el aire había abandonado sus pulmones, los rayos del sol empezaron a cariaciar el rostro de la pelirrosa, dándole un toque hermoso, era como si Sakura fuera una ninfa y eso que el no creía en nada de eso.

- Sasuke- susurro ella, causando que un sentimiento cálido creciera en el pecho del pelinegro.

Antes de que pudiera de ir algo, ella camino hacia su dirección, y lo que siguió después lo dejo confundido y sorprendido al mismo tiempo.

El sonido seco de una abofeteada resonó en toda la habitación, la mejilla derecha del azabache estaba de un color rojizo.

Ella lo había abofeteado.

Sasuke quiso reclamarle, pero tan solo volvió su vista a la pelirrosa, se paralizó al ver como las lágrimas bajaban de la mejilla de Sakura, mientras que ella tapaba su boca con el dorso de su mano, se dio cuenta de que el cuerpo pequeño de la chica empezó a temblar.

Aún así se veía radiante, ¿Cuando se volvió tan hermosa?. Pero decidió no pensar más en eso, ella estaba llorando y no sabía el motivo.

Pero ante de que pudiera decir nada, ella se había adelantado.

- todo este tiempo... Te esperé- murmuró entrecortadamente, dejando al pelinegro más confundido de la que ya estaba- ¡No cumpliste nuestra promesa!... Te espere... Y te seguí esperando... Nunca llegaste.

el comienzo de la primavera (Sasusaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora