Amor inmune | Newt y tú |

#4

Jorge me dejó sola un rato con Brenda, para presentarnos, ya que se veía cómo esta chica era algo importante para él. Ella me dio un recorrido por el lugar, hablé con unas personas de ahí pero no fue la gran cosa, me contó un poco de ella y de cómo conoció a mi padre, por mi parte le hablé de los últimos recuerdo que tengo con él y un poco de lo loca que se hizo mi vida años después.

Luego de la caminata, decidimos reunirnos otra vez con mi padre, pero para nuestra sorpresa, él estaba empacando sus cosas.

— ¡¿Renunciarás a todo así nada más?! — preguntó Brenda frustrada —
— No hay futuro aquí, ¿que pasará cuando llegue otra banda? Perderé el control y no podré protegerlas —
— No necesito que me protejas — dijo ella con tono firme —
— ¿Qué pasa si te infectas? ¿Que debería hacer yo? ¿Encadenarte en un poste mientras te conviertes? ¿Meterte una bala en la cabeza? — le preguntó a Brenda mientras seguía arreglando sus cosas —
— yo haría lo mismo por ti... — respondió ella en un tono bajo —

Quise intervenir, pero el ruido de las astas de un helicóptero llamó nuestra atención, y una luz fuerte iluminó la ventana a nuestro lado.

— Buenas noches, les habla el departamento de catástrofe y ruina universal — anunció Janson desde el helicóptero — tenemos las instalaciones completamente rodeadas, ¡les informo! Que involuntariamente están en posición de propiedad de cruel, ¡devuélvanlos intactos! Y lo tomaremos como un simple malentendido, si se resisten, todos y cada uno de ustedes morirá, la llaneada acabará con los demás en cuestión de tiempo, ¡la esperanza de una cura está en sus manos! La decisión es suya —
— Trae a los chicos... — ordenó Jorge —
— ¿Que vas a hacer? — preguntó Brenda —
— Les pondré mi canción favorita —

Brenda salió rápidamente de esa habitación mientras yo me quedé ahí con mi padre ya que él me lo ordenó. Él se puso a rebuscar en sus cajones, sacó un revólver y lo cargó con suficiente munición, luego fue a una estantería a tomar un disco de los viejos y lo puso en donde se reproduciría la música, simplemente lo dejó así y luego dijo que teníamos que irnos.

— ¿Qué haces? ¿Música? ¿En serio? — pregunté incrédula —
— Luego te cuento, vámonos — sujeto mi mano con firmeza y me hizo salir de ahí —
— Siquiera es una buena música — dije en tono de rabieta mientras no alejábamos —

Mientras corríamos nos cruzamos con Brenda y los chicos.

— Brenda, rápido, no hay mucho tiempo, hay que ir por aquí — dijo y luego abrió una enorme ventana que daba hacía afuera, solo se podía ver un cable que conectaba con otro lugar a lo lejos —
— ¡Newt! — me acerqué a él cuando lo vi —
— ____, ¿estas bien? — preguntó tomando mis hombros entre sus manos —
— Si, ¿y ustedes? ¿Que les pasó? — me miraron de forma extraña —
— Luego te contamos... — respondió Minho —
— ¿Quieren llegar al brazo derecho? Yo los llevaré, pero me la van a deber — dijo mi padre poniéndose en posición para saltar —

Él saltó y vi como se alejaba por aquella cuerda rápidamente, los chicos comenzaron a saltar también, pasó Minho, Aris, Sarten, Teresa y por último Newt.

— Ve, iré detrás de ti — dije mientras lo animaba a tirarse —
— No te retrases, te esperaré abajo — luego saltó con algo de miedo —