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Continuamos nuestro camino por la cuidad toda destruída, íbamos caminando por un pasillo entre dos Grandes edificios cuando comenzamos a escuchar unos ruidos. Thomas iba delante mientras Brenda y yo íbamos más lento detrás de él. Ella simplemente se detuvo y se sentó en el suelo, levantó una parte de su pantalón, dejando ver una gran mordida en su pierna.

— Oh no... — dijo ella en tono de broma mientras Thomas y yo la mirábamos  con miedo y asombro —

No tengo idea si fue por ver eso o que, pero depronto comenzaron a entrarme muchísimas ganas de vomitar, mi estómago se revolvió enterito y tuve que apartarme de ellos un segundo, apoyé mis manos sobre una pared mientras miraba al suelo sintiéndome increíblemente mal.

— _____ ¿estas bien? — preguntó Thomas mientras se acercaba —

Antes de que él pudiera llegar a mi, lo solté todo, fueron los segundos más asquerosos de mi vida, cuando por fin sabía que se había detenido, me reincorporé y me disculpé, me dieron un sorbo de agua para limpiar mi boca y seguimos con nuestro camino.

Caminamos hasta escuchar voces de personas normales, llegamos a una zona habitada por humanos, bastantes humanos.

— No llamen la atención — ordenó Brenda —

Caminamos hasta un gran edificio en donde se escuchaba música y había mucha más gente.

¿Están aquí por la fiesta? — preguntó una atractiva mujer rubia detrás de nosotros —
— No, estamos buscando a Marcus, él vive aquí ¿No? — respondió Brenda —
— Todo lo que ven es mío — habló un hombre cerca de nosotros
¿Tú eres marcus? — preguntó Thomas —
— Marcus ya no vive aquí — respondió aquel hombre —
¿Sabes dónde está? —
— Si, ahora está en la zona B —
¿cuál es la zona B? — preguntó Thomas —
— Donde queman los cadaveres — susurró la chica en su oído pero alcancé a escucharlo —
— Dime, ¿ha venido a buscarlo alguien más últimamente? Un grupo de nuestra edad, una chica va con ellos, de cabello negro —
— Te digo algo, posiblemente estén dentro — sacó una botella con un líquido extraño dentro — bebe esto — dijo ofreciéndonos la botella —
¿Que es? — preguntó Thomas con desconfianza —
— El precio de admisión... — respondió el hombre —

Brenda se lo arrebató de las manos y dio un gran sorbo, hice lo mismo y luego le entregué la botella a Thomas, era algo fuerte, sentí como me quemó desde la garganta hasta el estómago. Luego de que Thomas tomara aquello, el hombre nos empujó hasta adentro y nos dijo que disfrutáramos de la fiesta.

Había demasiada gente, iba a ser casi imposible que los encontremos ahí dentro.

— Deberíamos separarnos a ver si encontramos a los otros — sugirió Brenda — no ingieran otra cosa —

Comencé a caminar con dificultad lejos de Thomas, estaba algo mareada, escuchaba todo de una forma tan extraña, todo se sentía extraño, estuve vagueando entre la gente mientras sentía como mi vista se volvía nublada, el sonido se distorsionaba en mis oídos.
Poco a poco noté que a lo lejos había una silueta similar a la de Newt, me emocioné y caminé hacia él, pero antes de llegar, caí al suelo entre la multitud, me arrastré mientras algunas personas me pisoteaban y me arrastraban con sus pies, hasta llegar a quien yo creía que era Newt, pero cuando se dio vuelta, si parecía ser él, pero estaba convertido en un crank, grité del miedo y me levanté rápidamente intentando alejarme de ahí, pero me mareé aún más así que lo único qué pasó fue que volví a caer y poco a poco mi vista se comenzó a poner totalmente negra y perdí el conocimiento.

Amor inmune | Newt y tú | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora