Capítulo 9: El fantasma de Freddy

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Había ajustado su corbata cuando una ola de positivismo invadió su cuerpo. Todavía no había pasado ni una semana desde que entró a la escuela, pero ya sentía que había encontrado su sitio. Agarró su guitarra la metió a su estuche y posó frente al espejo recordando todas las veces que soñó paseándose por los pasillos de su escuela con una guitarra detrás, tal vez ahora por ser parte de una banda pueda hacer más amigos, o incluso pueda volverse popular.

--¿Una guitarra? No olvides nuestro trato Freddy.

Habló Fred desde sus adentros cuando observó como posaba pomposamente el instrumento.

--No te dejaré arruinar nada está vez. Tal vez les pediré si puedo hacer los coros, pero es lógico que la voz principal sea Golden.

Hace tiempo atrás Freddy se dejaba manejar por Fred, pero ya no sería así, estaba cansado de perder todo lo que quería y está vez sería diferente.

--¿Lógico? Lo lógico es que sea yo. Canto mucho mejor que ese chico brillitos--Dijo sin duda alguna--Es más, déjame salir y verás que todos van a pensar lo mismo.

Un dolor de cabeza se intensificó haciéndolo agacharse mientras se jalaba el cabello para calmarlo. Últimamente era más difícil controlarlo y el medicamento solo empeoraba las cosas una vez que pasaba el efecto.

--¡Freddy!--Gritó su mamá desde la cocina--Tu lonche ya está listo.

--Ya voy.

Por una extraña razón Fred se controlaba siempre que se encontraba la mamá de Freddy presente. Ella sabía de su existencia y había llevado a su hijo varias veces al psiquiatra para tratarlo. El hecho de ser la única persona que puede identificar entre él y su hijo le inquietaba y como nunca antes nadie lo juzgaba por ser quién es, se sentía incómodo; normalmente todas las consecuencias de sus actos las pagaba Freddy.

--Hola hijo, te veo muy feliz--dijo con una alegría que hace tiempo no sentía--veo que te gusta tu nueva escuela.

La sonrisa de Freddy se agrandó por ese comentario. Se acercó a la mesa y colocó su mochila sobre ella .

--¡Es genial! Creo que.....hasta podré tener amigos.

Una carga se estaba aligerando en el corazón de su madre al ver a su hijo feliz, pero aún así la preocupación no se iba, era apenas su tercer día de clases.

--Bueno, si-- pensó antes de decir algo que pueda alterar al "fantasma" dentro de su hijo--recuerda controlarte de todos modos ¿Okay?

"¿Controlar que? ¿A mí?"

Ignoró a Fred cómo lo hacía siempre que podía frente a otra gente y guardó su lonche en la mochila.

--Por cierto, ¿ya te tomaste tus medicamentos?

--Si, ma, como todos los días.

Mintió Freddy antes de despedirse y salir de la casa intentando volver a tener la motivación de antes.

El día de clases fue de lo más normal. Al igual que ayer Freddy se había sentado detrás de Chica, ambos le estuvieron aventando papeles a Bonnie cada vez que se dormía en clases y Fox veía todo desde su asiento con algo de envidia. La mayor diferencia con ayer es que Freddy y Ann recibieron ciertas miradas cuando los vieron entrar con los estuches de sus instrumentos. La mayoría se veían algo burlonas, así que Freddy agachó la mirada incomodo y Chica agarró su mano para reconfortarlo. Se dirigieron hacia sus casilleros y mientras guardaban sus instrumentos Fox desde su asiento dijo en voz alta.

--Me gusta golpear mirones ¿Saben?

Todo el salón se volteó en ese instante y nadie más dijo nada por el resto de la clase. Freddy y Ann se sintieron conmovidos.

FNAFHS (Novela)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora