Como cada día, Gavin se levantaba relativamente temprano, su madre le daba cada vez más tareas para mantenerlo ocupado y ya no podía dormir hasta tarde, su horario de sueño se había reducido y debía levantarse a las siete para limpiar los corrales. Ya a sus veintidós años no podía seguir comportándose como un niño y aún así obedecía a sus padres como si aun tuviera diez años.
-Menos mal te levantas ¿Sabes que hora es?
-¿Por qué no te callas? -Gruñó acomodándose un abrigo ya que hacía frío y pronto vendrían las bajas temperaturas.
Salió hacia la cocina dejando a su madre hablando sola. Saludó con un beso en su mejilla a Carlota y se sentó para recibir un tazón de leche.
-Gavin, ya eres un adulto, debes dejar de tomar leche en las mañanas, toma un poco de té, es más sofisticado -Dijo la mujer dejando un pastelillo de canela frente al joven.
El tiempo le había dado más musculatura y mal carácter, nunca había sido muy hablador, pero ahora su actividad favorita era devolver los insultos de su madre. Su cabello ahora una melena larga tomado en un moño alto anudado, tenía un mal rapado en la parte de abajo mostrando una cicatriz en su nuca.
-Te estoy hablando -Regañó la mujer tirando una de las orejas del muchacho quien cerró los ojos frunciendo el ceño.
-No me gusta el té -Gruñó quitando el rostro.
-Hoy llega tu hermano, por favor. Gavin. Te lo pido, por favor, vuelve temprano, no quiero a tu mamá vuelta loca gritando por toda la casa.
El muchacho bebió un trago de leche y comió un poco del pastelillo viendo a Carlota moverse por la cocina.
-¿Sabes si viene con los Collins? -Preguntó relamiendo sus labios para quitar el azúcar en ellos.
-¿Quieres saber si viene Ryan?
-Obviamente -Respondió con obviedad dandole otro trago a la leche- Como si me interesara que el imbécil de Elijah llegue.
-Cuida esa boquita frente a mí, aun puedo abofetearte si se me pega la gana -Lo regañó volteando y apuntandolo con una cuchara de palo.
Gavin rió, comió un poco más y miró por la ventana viendo el cielo gris y los arboles moverse por el fuerte viento.
-Quizás no llegue tan temprano ¿Le dices a mamá...? -Gavin se interrumpió al ver la cuchara de madera frente a su nariz.
-Te lo advierto Gavin. Ya eres un adulto, pero puedo darte una tunda que recordarás hasta el día de tu muerte. Hoy llega tu hermano y haré una cena para toda la familia, tus padres usarán su ropa elegante porque Elijah se a graduado con excelencia y todos están orgullosos de él y eso te incluye.
-Ay sí, ahora es físico ¿Y qué hace? ¿Mira las estrellas? -Quitó el rostro para que la cuchara no le diera en la nariz- Sí, es inteligente, Connor también es inteligente y no es que quiera menospreciar a mi hermano, pero han hablado todo el mes de ello, además ¿Por qué querrían que estuviera ahí? Ni siquiera fui a su graduación.
-Gavin...
-Ya, déjalo -Gruñó y mordió el pastelillo de canela sintiendo un suave golpe en la cabeza por parte de Carlota.
-Sí llegas tarde Gavin Reed, sí llegas sólo un minuto tarde, te haré comer tripas de cerdo hasta que huelas a cerdo.
Gavin pasó una mano por su cabeza frunciendo el ceño.
-Bien, voy a estar aquí a las seis...
-Cinco, quiero que estes aquí a las cinco ¿Quedó claro?
El chico giró los ojos comiendo el ultimo bocado de pastelillos, bebió la leche de un trago y se levantó dandole un beso en la mejilla a su nana.

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Una vida a tu lado
FanfictionUna nueva familia llega al pueblo. Gavin conoce a Ryan, un muchacho risueño, curioso y parlanchín que le ayudará a sanar su corazón herido. La vida es corta, no tienes que vivirla solo. Yo estoy aquí.