Parte 12

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Ryan corrió hacia el establo viendo que un sirviente ya había ensillado dos caballos, uno que montaría él y el otro para Elijah. Ambos salieron tras el carruaje cuando este avanzó.

Un viaje de cinco horas duró sólo tres, al bajar Ryan vio a Connor manchado de sangrea, incluso su rostro y cabello, Gavin había perdido mucha sangre, tanta que su vida pendía de un hilo, pero ya estaba en un lugar seguro.

-Gavin ya está en buenas manos -Aseguró Connor al salir hacia la sala de espera en donde Carlota lloraba desconsolada acompañada de Elijah y Ryan- Mi mentor está a cargo y dijo que estaría bien, pero necesita una transfusión de sangre.

-Tenemos la misma sangre.

Todos voltearon hacia un lado en donde entraba Margaret y German, la mujer aún con pijama y bata arremango su bata para mostrar su brazo mientras German reposaba su cuerpo en un muro, estaba pálido y tenía una ceja partida pero se veía relativamente bien.

-Por favor acompáñame -Pidió Connor guiando a la mujer hacia una de las salas.

Ryan guardó silencio volteando un momento hacia los presentes, Elijah estaba pálido, sus pies descalzo sangraban y miraba con expresión aturdida, Carlota parecía un poco más calmada, aún así lloraba y suspiraba repitiendo el nombre de Gavin mientras se culpaba por no estar a su lado, German por otro lado solo se sentó apartado pasando sus manos por su cabeza.

-Creí que lo protegerían -Dijo Ryan al abrazarse a sí mismo viendo que todos voltearon a verlo- Nunca escuché nada malo de su boca, al contrario, siempre dijo cuanto amaba a su familia, cuanto su padre lo amaba y aunque sabía que no era más que un sirviente para ustedes, él siempre creyó que lo hacían porque lo amaban.

German arrugó la frente bajando la mirada avergonzado por lo que escuchaba.

-Cuando papá lo acusó de aquello, yo supe que estaría bien, que ustedes no creerían lo que dijo mi padre, porque ustedes más que nadie lo conocían. Yo creí que estaría bien.

Elijah volteó hacia su padre y luego hacia Ryan quien había volteado para darles la espalda mientras Carlota juntaba sus manos para iniciar una oración y aunque Ryan había dejado de creer hace años, se sentó a un lado de la mujer, juntó sus manos y repitió lo que ella decía.

La operación duró más de cinco horas, Gavin había perdido mucha sangre y debió ser estabilizado, debieron ser unidas venas y tendones por lo que todo se alargó pero terminó por salir bien. El doctor Anderson salió a la sala de espera al tiempo que Connor se levantaba para ir por él.

-Fue una operación delicada, mantendremos dormido al joven unos días para evitar que se abra la herida -Dijo el doctor a Connor quien sonrió ampliamente.

-Eres el mejor doctor Anderson, no hubiera confiado en nadie más -Felicitó el joven al juntar sus manos viendo al hombre sonreír, por lo que volteó para ver que todos ya estaban de pie escuchando al doctor.

-¿Puedo verlo? -Pregunto Ryan sin siquiera pensar en el resto.

-Lo están limpiando, cuando pase a una sala para él, podrán verlo.

El doctor se despidió pasando a otra sala mientras Ryan volvía a un asiento para esperar, por lo que Connor fue hacia él sentándose a su lado.

-Se que...

-No quiero sermones ahora -Interrumpió Ryan a su hermano, estaba cansado, molesto y aturdido, no necesitaba que su hermano le dijera lo que ya sabía.

Connor suspiró viendo al frente, respiró profundo y meneó la cabeza.

-No es un sermón, ya eres grande para eso -Susurró suave al ver a su hermano- Pero ¿Crees que debes ser el primero en verlo? Digo... Su familia no fue la mejor este último tiempo, pero hay alguien más que a dado su vida por él aunque no comparten sangre.

Una vida a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora