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EL PRIMER DÍA
LUEGO DE TRES SEMANAS LA PRIMAVERA LLEGÓ y mi día de clases comenzó.
Ya terminando de prepararme, salgo directo a U.A, lo que me tocaría una hora de camino pero valía la pena si lo pensaba bien. Además, caminar me ayudará a acostumbrarme a la gente, ya que ahora me verán y solo así tendré que dejar de ocultarme.
Se dice que la tasa de aprobados del curso de héroes de la U.A está por debajo de uno cada trescientos. Algo interesante la verdad.
De camino a U.A murmuro sobre cosas que podrían pasar en clase, me encuentro nerviosa por pensar en las personas que voy a conocer, personas que tienen la misma edad que yo.
—¿Como serán? ¿De que cosas habla alguien de mi edad? ¿Qué les gustará? Ellos seguramente tienen Quirks increíbles, espero que nos llevemos bien.
Metida en mis pensamientos, no dejo de pensar en mis compañeros, en las clases que por fin podré recibir, en las nuevas cosas por aprender, tambien pienso en las grandes instalaciones de U.A y en cómo funciona una academia.
Esperaba adaptarme bien, porque apesar de estudiar por las tardes, esto era diferente, no recibí clases como deberían ser, yo no era como los demás y eso me asustaba, habían muchas cosas que no conocía y lo peor de todo es que no sabía como hablar con personas de mi edad, excepto Izuku quien me hacía sentir cómoda.
Luego de una larga caminata acompañada del frío de la madrugada, al fin había llegado a mi destino. Me adentro a las instalaciones y comienzo a buscar mi clase. Parecía ser que habían dividido en dos clases, no comprendía muy bien a que se refería eso, pero sabía que tenía que buscar una puerta con el 1-A.
Corro en busca de la clase y si no fuera por mi buena habilidad para orientarme, ya estaría corriendo por toda U.A. De cualquier modo logro llegar a mi clase.
—La puerta es gigantesca... –Observo la puerta por un momento, con tal de calmar mi agitada respiración.
Apunto de abrir la puerta, veo a Izuku llegar desde lo lejos. Giro mi cabeza para verlo y le regalo una sonrisa, entonces él me sonríe también.
—Izuku: ¡Ishikawa! También estás en esta clase, que alegría –me río levemente.
—Esta bien si me llamas por mi nombre, _____ esta bien.
—Izuku: B-Bien! –asiente con su cabeza y gira su cuerpo a la puerta– La puerta es gigante...
—Sí, por qué será?
–Izuku: ¿Cuestión de accesibilidad? –ladeo mi cabeza mirando aún la puerta.
Esto era extraño, pero divertido. ¿Cómo dos personas podían pensar tanto sobre un puerta? que simplemente era gigante y ya.
