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Megan.

—Hello buen día.—Exclama Nick bajando las escaleras ya con su uniforme puesto.

—Buen día.—Gritamos todos al mismo tiempo, osea mis dos hermanos, Aarón y yo.

—A qué horas nos tenemos que ir meg.—Pregunta Nick sentandose a un lado mío.

—Siete y media.—Respondo mirando la hora.—Osea ya.—Digo levantándome de la silla la ver qué ya eran las siente y treinta y cinco.

—Adios a todos.—Exclama nick despidiéndose de todos.

—Adios...los amo.—Digo tomando mis botas.

Junto a Nick salimos de la casa con dirección a mi auto, ya extrañaba usarlo.

—Aun no puedo creer que vayamos a ser niñeros.—Dice acariciando su cabello.

—Deja de decir niñeros, lo que haremos será más peligroso que ser niñeros.—Digo, el me mira y rueda los ojos.

—Es lo mismo, solo que tu y yo vamos a cuidar a tipos mayores de edad, quienes se creen mucho por tener fama y no pueden salir solos.—Dice, yo rio.

Que será de la banda de Tom, bueno de Tom no, de los chicos.

...

Después de un rato por fin habíamos llegado al cuartel,  la recepcionista nos atendió súper amable, caminando por unos largos pasillos hasta llegar a la puerta donde nos indico el coronel, la 162.

—Yo abro.—Dice Nick empujándome.

—No quita, yo quiero abrir.—Lo empujó pero más fuerte.

—Ya dije que lo haré yo, puta terca.—Vuelve y me empuja, me acerco a el y le jalo el pelo, sin darme cuenta que el tenía la mano en la manija de la puerta, al jalarlo del pelo la puerta se abrió, haciendo que el callera al suelo y que yo callera encima de el.—Oh mierda...te dije que yo iba abrir.—Dice sobándose la cabeza.

—Lo siento...—Susurro sintiendo la mirada de todos sobre nosotros.—El jefe nos va a matar.—Digo de la misma manera.

—Lo se...levántate antes de que nos echen.—Dice, rápidamente me levanto y le ayudo a levantar.—Lo sentimos.—Exclama Nick.

Lentamente levantó mi cabeza viendo la cara del coronel totalmente enojado, desvíe mis ojos hacia su lado derecho ya que de reojo había visto más personas, me queda paralizada al ver de quién se trataba.

Bill, georg, gus, y...Tom

Los cuatro tienen sus ojos puestos en mi, Tom tiene su boca entre abierta, intentaba formular alguna palabra pero se le era imposible.

—Llegan tarde...y entran de la peor manera posible.—Exclama el coronel acercandose a nosotros dos.—!La primera buena impresión se ah ido la mierda¡.—Dice alzando su voz, haciendo que Nick y yo bajaramos la cabeza.

—Lo sentimos señor...fue un incidente.—Exclama Nick, y que yo no podia formular ninguna palabra, debido a los chicos que se encontraban adelante de nosotros.

—Como sea...ahora no quiero lidiar con ustedes dos...vengan aca.—Dice, ambos asentimos y lo perseguimos.—Nick, megan, les presento a Tom Bill georg y gustav, Tokio hotel.—Dice, mis ojos se encontraban conectados con los de Tom.—Y chicos...les presento a megan y Nick, sus nuevos guardaespaldas.—Dice.

—Si nosotros ya nos conoce-.—Dice Bill, pero yo lo interrumpo.

—Mucho gusto, megan müller.—Digo, Bill me mira y frunce el ceño.

—Mucho gusto, Nick Gómez.—Exclama Nick, captado la atención de todos.

—Bien chicos...tomen asiento.—Exclama el coronel, los cuatro nos dan una última mirada y van a tomar asiento.

Arrepentimiento Donde viven las historias. Descúbrelo ahora