Chloe | Amistad

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Max se movía por los pasillos de la escuela con su típida timidez, manteniendo la mirada baja y las manos temblando mientras se aferraba a sus libros. Era una estudiante de último año, pero su habilidad para mezclarse en las sombras la convertía en una figura fácilmente pasada por alto. A pesar de sus excelentes calificaciones, Max no se sentía cómoda en el bullicioso mundo del instituto Blackwell.

En el extremo opuesto del espectro social se encontraba Chloe, una chica punk con una actitud desafiante y una melena teñida de azul eléctrico. Desafiaba las reglas y despreciaba la monotonía de la vida escolar. Vestía chaquetas de cuero negro adornadas con pines y parches, y siempre llevaba consigo una guitarra desgastada. Chloe, a diferencia de Max, no pasaba desapercibida; más bien, era el centro de atención, ya fuera por su estilo audaz o por sus discusiones con las autoridades escolares.

Un día, el destino decidió entrelazar las vidas de Max y Chloe de una manera que ninguno de los dos podría haber previsto. Durante una clase de fotografía, Max descubrió su capacidad única: podía retroceder en el tiempo. Al principio, estaba abrumada y confundida, pero luego vio la oportunidad de observar a sus compañeros de manera diferente.

Un día, mientras caminaba por los pasillos, Max retrocedió en el tiempo para evitar un accidente con un estudiante que estaba a punto de chocar contra ella. Cuando volvió al presente, se sorprendió al ver que la persona que casi la atropella era Chloe. La chica punk la miró con incredulidad, y Max, tartamudeando, le agradeció por el cambio inesperado.

Aunque Chloe era conocida por su actitud desafiante, la interacción con Max la dejó intrigada. Después de todo, no todos los días alguien te agradece por chocar contigo. A partir de ese momento, las dos chicas empezaron a cruzarse más a menudo. Chloe, a pesar de su apariencia ruda, se dio cuenta de que Max no era como los demás. La timidez de Max la intrigaba y la hacía querer conocer más a esa chica que parecía tan diferente de ella.

Un día, Max se aventuró a hablar con Chloe más allá de un simple agradecimiento. Se acercó tímidamente y le preguntó sobre su guitarra y la música que le gustaba. Chloe, sorprendida por la iniciativa de Max, le mostró algunos acordes en la guitarra y compartió sus canciones favoritas. A partir de ese momento, una extraña amistad comenzó a florecer.

Chloe introdujo a Max en su mundo punk, llevándola a conciertos locales y a lugares clandestinos donde se reunían los amantes de la música alternativa. Max, a su vez, introdujo a Chloe en el mundo de la fotografía, compartiendo su pasión por capturar momentos únicos e irrepetibles. Aunque parecían opuestas en muchos aspectos, descubrieron que sus diferencias las complementaban de maneras inesperadas.

A medida que el último año de la escuela avanzaba, Max y Chloe enfrentaron desafíos juntas. Chloe ayudó a Max a superar su timidez, animándola a hablar en clase y a expresar sus opiniones. Max, a su vez, brindó a Chloe un apoyo silencioso cuando las cosas se ponían difíciles, usando su habilidad para retroceder en el tiempo de maneras pequeñas pero significativas.

A medida que se acercaba la graduación, Max y Chloe se dieron cuenta de que su amistad se había convertido en algo más profundo. A pesar de sus diferencias, se complementaban de una manera que nadie más entendía. En la ceremonia de graduación, Chloe sorprendió a Max con una actuación en vivo de su banda punk favorita como regalo de graduación. Max, por su parte, le regaló a Chloe una serie de fotografías que capturaban los momentos más significativos de su último año juntas.

Después de la graduación, la vida llevó a Max y Chloe por caminos diferentes. Max decidió seguir su pasión por la fotografía y se mudó a una ciudad artística para perseguir sus sueños. Chloe, por otro lado, continuó explorando el mundo de la música punk y formó su propia banda. Aunque la distancia física los separaba, su amistad se mantuvo fuerte a lo largo de los años, gracias a mensajes, llamadas y visitas ocasionales.

En última instancia, Max y Chloe descubrieron que las apariencias pueden ser engañosas y que la verdadera conexión se encuentra en la aceptación mutua y la disposición a explorar las diferencias. A través de la música y la fotografía, aprendieron a apreciar la belleza de la diversidad y a encontrar la armonía en la mezcla inesperada de estilos de vida aparentemente opuestos.

Life is Strange | One-Shots #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora