En el pintoresco pueblo de Haven Springs, donde las montañas se encuentran con el cielo y los secretos susurran entre los árboles, vivía una joven llamada Alex Chen. Su vida estaba envuelta en un misterioso don: tenía la capacidad de ver y sentir las emociones de los demás. Este don, aunque poderoso, la hizo cautelosa al interactuar con el mundo. Siempre había buscado lugares donde pudiera encontrar paz y, finalmente, llegó a Haven Springs en busca de un nuevo comienzo.
En una tarde soleada, mientras exploraba el pueblo, Alex se encontró con un pequeño club llamado "Haven Sounds". La música fluía por las calles, y la curiosidad la llevó a entrar. Dentro, descubrió a una chica apasionada y audaz llamada Steph, que trabajaba como DJ en la estación de radio local y también organizaba eventos en el club.
Steph estaba ocupada ajustando equipos cuando Alex entró, y levantó la vista con una sonrisa amistosa. "¡Hey! ¿Eres nueva por aquí?"
Alex asintió tímidamente, sintiendo las emociones de Steph bailando en el aire a su alrededor. "Sí, acabo de llegar a Haven Springs".
Steph la miró con interés. "¡Bienvenida! Soy Steph, la DJ de Haven Sounds. ¿Te gustaría quedarte para el concierto esta noche?"
A pesar de su timidez, Alex aceptó la invitación. Aquella noche, la música llenó el aire, y Alex sintió la energía de la multitud. Sus sentidos se conectaron con las emociones de las personas, pero hubo una presencia que destacó: Steph, en la cabina del DJ, irradiaba pasión y alegría.
Después del concierto, Steph se acercó a Alex con una chispa de curiosidad en sus ojos. "¿Qué te pareció?"
Alex sonrió, captando la emoción en la mirada de Steph. "Fue increíble. Puedo sentir la pasión que pones en tu trabajo".
Steph la miró fijamente por un momento, como si hubiera notado algo más en Alex. "¿Te gustaría ayudarme con el próximo evento? Creo que podrías aportar algo único".
A partir de ese día, la vida de Alex en Haven Springs se tejió con la presencia constante de Steph. Juntas, exploraron la pequeña ciudad, compartiendo risas y descubriendo la belleza escondida entre los rincones de Haven Springs. A pesar de la brecha entre sus personalidades, Alex, con su capacidad única, encontró en Steph una sinceridad que rara vez había visto en las personas.
Steph, por otro lado, quedó intrigada por la manera en que Alex parecía entender las emociones sin que se las dijeran. En una tarde tranquila, mientras compartían café en una acogedora cafetería, Steph no pudo contener su curiosidad.
"Alex, he notado que eres increíblemente perspicaz cuando se trata de las emociones de las personas. ¿Hay algo que no me estás contando?"
Alex dudó por un momento, pero finalmente decidió confiar en Steph. Le explicó su don, cómo podía ver y sentir las emociones de los demás. Esperaba que Steph no la viera como alguien extraño o fuera de lo común.
Sin embargo, la reacción de Steph fue diferente a lo que Alex temía. En lugar de asustarse o alejarse, Steph asintió con comprensión. "Eso es asombroso, Alex. Debe ser un regalo increíble, aunque también puede ser abrumador. Estoy aquí para ti siempre que lo ocupes".
A partir de ese momento, la conexión entre Alex y Steph se profundizó. Steph se convirtió en la confidente de Alex, y juntas exploraron las complejidades de sus emociones y experiencias. La música seguía siendo el hilo conductor de su historia, uniéndolas en melodías que expresaban lo que las palabras no podían.
A medida que el tiempo pasaba, el vínculo entre ellas se transformó en algo más. Alex comenzó a experimentar sentimientos que iban más allá de la amistad, y Steph, aunque normalmente audaz, se encontró a sí misma cautivada por la ternura y la autenticidad de Alex.
Una noche, bajo el manto de estrellas que pintaban el cielo de Haven Springs, Alex y Steph compartieron un momento especial en el mismo club donde se conocieron. La música resonaba suavemente en el fondo mientras se miraban con ojos llenos de emoción.
"Steph, hay algo que quiero decirte", comenzó Alex, nerviosa pero decidida. "Tu energía, tu pasión, todo en ti me hace sentir viva de una manera única".
Steph sonrió, sintiendo la conexión entre ellas. "Alex, desde el momento en que entraste en Haven Sounds, supe que eras especial. No tengo miedo de lo que pueda surgir entre nosotras".
Así, el romance floreció entre Alex y Steph. Juntas, compartieron momentos de alegría, superaron desafíos y exploraron los misterios del corazón humano. La radio de Haven Springs se llenó de una nueva melodía, la canción de dos almas que se encontraron en el fascinante lienzo de emociones que es la vida. Y en ese pequeño pueblo entre montañas y secretos, Alex y Steph descubrieron que la verdadera magia estaba en el poder de un amor que podía sentirse incluso más allá de las palabras y las emociones.
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Life is Strange | One-Shots #2
FanfictionTengo un problema con estos juegos, así que más One~Shots sobre el