☕┊Capítulo 29

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El cumpleaños de Jangmi se
acercaba. La familia entera estaba
revolucionada, no podía creer
que la pequeña bebita estaba
próxima a cumplir un año, por lo
que todos querían participar en la
organización de la fiesta.

Jihyun hace tres meses que había
partido a la universidad y por fin
Jaemin había aprendido a convivir
con su ausencia. De igual manera,
hacían videollamadas todos los
días y por largas horas pero el no
tener el aroma del alta cerca ya no
le afectaba tanto como antes. Ahora
tenía el de Minjoon, quién poco a poco
había pasado a formar parte de la
familia.

Para Jiyeon también había
sido difícil no tener a la dupla
molestandola a cada momento
para que les hiciera de chófer.
Extrañaba demasiado a su
hermano pero los estudios la tenían
consumida.

-¡Eon, ga'o!-Jangmi chilló
mientras señalaba una imagen de
un enorme gato blanco dibujado en
uno de los tantos libros interactivos
que Jungkook solía comprarle.

-¡Muy bien, Jang! eso es un gato -
Jiyeon pronunció exageradamente
la palabra, ya que había leído que
de esa forma ayudaba a que se
grabara en el cerebro de los bebés
pero no de una manera perjudicial.

-¡Efante!-continuó con otro
animal.

La verdad era que Jangmi tenía
una memoria cognitiva bastante
desarrollada y fuerte pero esto
no se debía a pura genética, sino
más bien a toda la estimulación
temprana que la familia le había
dado. Por ejemplo, a Jimin le
encantaba leerle cuentos antes de
dormir mientras la sostenía en su
pecho. Jungkook adoraba señalar
cada cosa que estaba a su alrededor
cuando salían a tomar un paseo.
Jiyeon y Jaemin jugaban con
pequeños animales y figuras de
plástico, enunciando cada uno.
Y por último, Jihyun solía enviar 
pinturas miniaturas en dónde
añadía diferentes texturas que
la niña amaba acariciar todo el
tiempo.

Gracias a todo esto y más era que
Jangmi contaba con un progreso
mayor al promedio y a la niña le
fascinaba cada juego. También,
amaba cada travesura... las
cuales eran cada vez con mayor
frecuencia.

-¿Má? ¿Apa?-Jangmi giró
su cabeza confundida en todas
direcciones. Jiyeon, por otro lado,
frunció el ceño ante eso.

-Mamá y papá están haciendo
compras para tu cumpleaños, Jang
-la alfa besó suavemente entre los
finos cabellos castaños, inhalando
en el proceso el suave aroma.

Hace poco que la esensia de
Jangmi se había intensificado
pero nadie de la familia sabía con
exactitud que era. Jiyeon intuía
que sería algo así como el limón,
por lo ácido, pero con toques
almendrados. A su criterio, su
hermana sin duda sería una alfa.

-¡Má! ¡Apa!-Jangmi se removió
en el regazo de su hermana hasta
que estuvo en el suelo.

Gateando, se acercó hasta la puerta
de entrada y ahí se quedó sentada
un par de minutos hasta que la
misma se abrió. Por ella ingresaron
sus padres muy sonrientes y con las
manos cargadas de bolsas.

-Pero... ¿Cómo? -Jiyeon tenía
una expresión de estupefacción
increíble. Su hermana había sido
capaz de adivinar que Jungkook
y Jimin estaban llegando.

-¡Mi cachorrita! ¿qué haces aquí?
-Jungkook la tomó en brazos y besó
sus mejillas, deleitándose con las
carcajadas de su hija.

-Estabamos leyendo un cuento
cuando los sintió llegar.. -la alfa
de rizos se acercó a ellos. Besó la
frente de su mamá y contribuyó en
el acarreo de las bolsas restantes.

-Así que sabías que veníamos,
cachorrita inteligente. Ven, vamos a
ver que trajimos.

Decidieron que la fiesta de Jangmi
sería en el jardín de la casa dado
que no habían demasiado invitados
por recibir. A su vez, la misma sería
decorada con diferentes tonos
pasteles y con temática de arcoíris.
Todo estaba planeado para que
dentro de una semana las cosas
salieran a la perfección.

¿se agranda la familia? 𓍢 ִֶָ  jikook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora