☕┊Capítulo 08

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Jungkook sentía que iba a matar a
cualquiera de sus hijos en breve.
Los mellizos aún dormían y Jiyeon
no había sido lo suficiente valiente
como para bajar a hablar con ellos
sola y eso solo hacía que su estrés
aumentara.

-Amor, le puede hacer daño al
bebé -reprendió Jimin al sentir el
aroma amargo.

-Lo sé pero es que estoy tan
enojado... intento mantenerme
tranquilo pero tus hijos no
colaboran para nada.

El alfa lo sentó en su regazo
mientras lo abrazaba con fuerza y
rozaba sus dientes en la marca de
unión. Los jadeos no se hicieron
esperar y más pronto que tarde
Jungkook dejaba salir ronroneos y
el aroma pasó a esas notas dulzonas
que tanto hipnotizaban al alfa.

Tiempo después, sus cachorros
ingresaron a la cocina con las
cabezas gachas y un atisbo
de nervios filtrándose en sus
aromas. Jungkook lo miró fijamente,
sintiéndolos tensarse en el proceso
y ni siquiera tuvo que hablar para
que los tres se sentaran frente a él y
recitaran perdones a montones.

-Confié en ustedes, ambos
lo hicimos, y no les interesó el
defraudar esa confianza. Si en sí no
deberían consumir alcohol siendo
menores de edad, le faltaron el
respeto a la casa de los padres de
su amigo y pusieron en peligro
su integridad tanto física como
mental.

Jungkook realmente estaba
decepcionado, podria atribuirlo
a los cambios que su cuerpo
estaba sufriendo pero siente
que de cualquier forma hubiera
reaccionado igual. Lo que él
siempre querria por sobre cualquier
cosa sería que sus hijos contaran
con él ante cualquier duda y el
saber que le ocultaron esto le dolía
en el fondo del alma.

-Lo siento mamá, iba a tomar solo
un par de cervezas pero cuando
me dí cuenta estaba bailando
sobre la mesa con muchos vasos
encima -sollozó Jaemin con los ojos
cristalizados.

Jungkook suspiró sonoramente. Él
también había sido adolescente
y había cometido errores de ese
estilo. Era demasiado complicado
ser madre y ver como las fallas que
en algún momento vivió, ahora
sus hijos las estaban atravesando
pero no podía hacer mucho, debía
dejarlos experimentar.

-Está bien, cachorro, pero que
no se vuelva a repetir. Si algo les
pasa yo... no podría. -Jaemin y
Jihyun lo envolvieron en sus brazos,
buscando el aroma de su madre.

-Estamos bien mamá, prometo
que cuide de él en todo momento,
no deje que nadie se acercara -
murmuró su hijo alfa.

Jiyeon simplemente jugaba con
su dedos sobre su propio regazo
a la espera de que su regaño
correspondiente llegara. Nunca
pensó que por ayudar a sus
hermanos su madre lloraría y
ella probablemente estuviera en
problemas.

-Igual están castigados, un mes sin
salidas. Y tú -dijo Jungkook señalando
a su hija mayor-Aprecio que
cuides y ayudes a tus hermanos
pero no puedes actuar a nuestras
espaldas. Te quedas un mes
sin el auto, solo para ocasiones
sumamente necesarias.

-Pero mamá…

La joven enmudeció frente al
entrecejo arrugado del omega
y solo asintió antes de unirse al
abrazo.

-Ahora vayan a prepararse, los
tíos Tae, Hobi y Yoongi vendrán
a cenar.

A veces era tan complicado ser
madre, porque Kook tenía presente
que era demasiado fácil ser bueno
pero no lo era tanto el ser justo.
Debía guiar a sus cachorros por el
buen camino, al fin y al cabo de eso
se trataba el trabajo de ser madre,
pero a veces todo el proceso lo
sobrepasaba.

-Prométeme que cuando tú seas
adolescente no me darás estos
dolores de cabeza -Jungkook se
refirió a su vientre- o simplemente
te llevaré con tus hermanos y dejaré
que ellos hagan el trabajo pesado.

¿se agranda la familia? 𓍢 ִֶָ  jikook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora