☕┊Capítulo 02

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Cuando pasaron a dejar a Rose a
su casa la alfa se despidió un poco
avergonzada de la familia. Jungkook
le aseguró que podía volver cuando
ella quisiera, que siempre sería
bienvenida en su casa. La chica
les agradeció y luego de dejar un
pequeño beso en la mejilla de
Jiyeon, ingresó en una hermosa
vivienda de dos pisos.

Jimin conducía lo más rápido que
las leyes le permitían sintiendo a
través del lazo lo alterado que aún
se encontraba Jungkook. Eso no
solo lo ponía de los nervios a él
sino que a sus hijos también
comenzaba a afectarles.

Suspiró cuando por fin estacionó
dentro de su hogar. Jungkook se
giró y su semblante se enterneció
cuando presenció la escena entre
sus hijos. Jiyeon abrazada a Jihyun mientras este llevaba en su regazo
a un muy dormido Jaemin.

Jaemin dejaba escapar pequeños
suspiros y ronroneos cuando el
alfa dejaba caricias entre sus finos
cabellos.

-Amor, lleva a tu hermano a dormir
y luego hazlo tú -Jihyun asintió a lo
que su madre le decía y con sumo
cuidado salió del auto.

Jiyeon se bajó de igual forma y
sin decir palabra, se perdió por la
puerta de entrada.

Jungkook miró a su esposo con
grandes ojos de cachorro, esos
que hacía desde que se conocieron,
y estiró sus brazos en su dirección mientras abría y cerraba sus manos
en puños.

-Oh, amor... -Jimin casi llora
frente a lo vulnerable que
Jungkook lucía.

Muchas veces, y esto sucedía
desde que eran novios, cuando
alguna situación sobrepasaba a
Jungkook este dejaba que sus más
primitivos instintos se apoderarán
de él y lo volvieran toda una masita
moldeable.

Salió del auto, lo rodeó y cuando
llegó a la puerta del copiloto, la
abrió y cargó entre sus brazos al
omega. Jungkook se aferró a él
mientras hundía su nariz en la
fuente de aroma.

Jimin dejó sus zapatos en la
entrada de la puerta, quitó los de
su omega y se encaminó a paso
firme hasta la habitación que
compartían. Depositó el cuerpo de
su esposo sobre las suaves mantas
escuchando a cambio un agudo
lloriqueo, haciendo que todos los
vellos de su cuerpo se erizaran.

-Voy a ver a los niños, enseguida
regreso. Podemos prepararnos un
baño antes de dormir.

Jungkook asintió entusiasmado y
corrió dentro del baño privado que
compartían para poder acomodar
todo a la espera del regreso de su
amado.

Jaemin y Jihyun dormían abrazados
en la habitación del menor, que
sorpresivamente eran la que
utilizaban con mayor frecuencia.
En cambio Jiyeon estaba recostada
en su cama mirando fijamente el
techo.

-Cachorra, ¿no puedes dormir?

Jiyeon saltó ante el susto que le
ocasionó la voz de su padre en
medio del ensordecedor silencio
de la habitación. La joven negó
y se giró con su mirada llorosa.

Jimin sintió como su pecho se
oprimía al ver a uno de sus hijos
en ese estado. Tomó asiento al filo
de la cama y apoyó la cabeza de su
hija en su regazo como solían hacer
cuando era apenas una niña.

-Mi vida, ¿qué sucede? -arrulló el
alfa.

Escuchó como Jiyeon sollozaba y la
cubrió mejor con su aroma antes de
repartir besos entre sus rizos.

-Lo siento tanto papá... tuviste
que separarte de tus padres por mi
culpa -dijo entre hipidos.

-Cachorrita no fue tu culpa-
Jimin empezó a mecerse de atrás
a adelante con suavidad- tarde o
temprano esto iba a suceder. Tus
abuelos hicieron muchas cosas
que me dañaron, algún día te lo
contaré... pero no podía permitir
que los sigan dañando a ustedes.

¿se agranda la familia? 𓍢 ִֶָ  jikook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora