☕┊Capítulo 22

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Jaemin fue el primero en entrar a
la casa, miró todo a detalle con
su ceño fruncido graciosamente.
Pateó un par de zapatos fuera del
camino, corrió cosas y acomodó
otras. Luego lo siguió Jihyun, repitió el
procedimiento y por último Jiyeon
con ambas maletas.

Jungkook venía un par de pasos detrás,
tomaba su vientre bajo, todavía
algo hinchado por la reciente
incisión y con los puntos aún
escociendo. Río levemente ante
las acciones de sus cachorros,
que bajó su amorosa mirada de
madre enamorada los encontraba
sumamente encantadores.

Jimin lo siguió de cerca, con una
mano en su cintura para evitar
que cayera o se desestabilizara,
y en la otra cargaba una butaca
con Jangmi durmiendo
profundamente.

-¡Todo despejado! -exclamó
Jaemin con sus manos juntas
imitando la estructura de un arma.

-¡Todo despejado aquí también! -
Jihyun le devolvió el grito desde la
cocina.

-¡Todo en orden! -Jiyeon llamó-
puedes venir, mami.

-Muchas gracias, cachorritos-
Lou besó la mejilla de su hija mayor
haciéndola ronronear en el proceso
-quiero ir al nido.

Jimin asintió, por lo que Jihyun tomó
el transportador con Jangmi en
el, todavía conmocionado por lo
pequeña y delicada que era, así
su papá podía acompañar a Kook
hasta la habitación, Tardaron un
tanto en subir porque el omega
castaño se negó rotundamente a
que su esposo lo cargara, por lo que
cada escalón era un martirio.

-¿Estás cómodo, amor?-
Jimin acomodó las almohadas
en su espalda y encendió el aire
acondicionado.

-Sí, gracias alfa. ¿ Puedes traer a
nuestra bebé? -Jungkook puchereó.

-Dame un segundo.

El alfa revisó una ultima vez que
todo estuviera en orden, sus
instintos no lo dejaban en paz y
ni siquiera se había hecho la idea
de que haría cuando en un par de
semanas más tuviera que volver
al trabajo y dejar a su familia. Por
suerte, los mellizos todavía no
empezarían la universidad hasta
en un par de meses, por lo que
podrían quedarse con su omega y
acompañarlo en el proceso.

Volvió a los minutos cargando a
la cachorrita contra su pecho y
olfateando con fuerza sobre su
cabecita. Todavía no llegaba a una
conclusión sobre el aroma pero sin
duda sería poderoso en un par de
años.

Dos alfas más grandes y un omega
pequeño lo seguían de cerca, no se
habían despegado de ninguno de
los tres en las últimas horas y para
Jungkook eso era lo más gratificante
del mundo pero para Jimin ya era
necesario un poco de intimidad con
su pareja.

Sin embargo, no pudo negarse
cuando su omega con grandes
ojos de cachorro desamparado
y atrayentes feromonas
apaciguadoras les exigió a todos
que se acurrucaran el reducido
espacio. Ahora más que nunca
necesitaba de todos lo aromas y
calores de su manada.

Suspiró contento y pronto sintió
todo el peso de lo que había
atravesado la noche anterior.
Todavía no caía en la realidad
de que su última hija estaba
descansando sobre su pecho o
de que estuvo a nada de perder
la vida. En su momento no le
dio importancia y solo quería
que su bebé estuviera bien pero
ahora descubrió que no quería
despedirse de su realidad. Se sentía
completo, amado y apreciado y sus
cachorritos no merecían quedarse
sin su mamá a tan temprana edad.

Una solitaria lágrima se deslizó
por su mejilla, su aroma se agrió
y rápidamente tuvo gruñidos
y jadeos preocupados a su
alrededor.

-Yo.. lo siento.. estoy bien-
murmuró antes de apretar con
mayor ímpetu a su bebé.

¿se agranda la familia? 𓍢 ִֶָ  jikook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora