- 02 - Espejismo.

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"But I kept runnin' for a soft space to fall,
Would I run off the world some day?"
- Runaway, from Aurora.

Tu eras un espejismo en mi via. Una mentira de agua que me enfermiza, me quema, tu amabilidad tan pura que hipnotizo y condenó mi alma, y que aún así, tu maldad se aprovechó de mi ingenuidad y de mí juventud. Te miran mis ojos y no creen en ti. Tú ilusión, tu silueta, ¿es verdad? ¿Quién eres?

¿Qué quieres de mí?

Vete de mi vida, sal de mi cabeza. Cual sea este fantasma, será mi condena.

¿Será que me estoy volviendo loco?

No quiero verte, deja de atormentarme. Déjame como lo hiciste antes. Por favor, no engullas mi mente.

Ya lo hiciste una vez, no me hagas repetir este sufrimiento.

Por favor, dime que no estoy loco.
Dime que todo va a salir bien.

Sal de mi mente, déjame en paz. Cual sea mí pecado para recibir este castigo, no es verdad.

Déjame encontrar la paz, afuera de este mundo.

Déjame ser libre.

***

Las nubes llorosas.

Las nubes lloran, se desploman y lloran a lágrima viva. Se lamentan, y opacan el cielo.

Así es como yo recuerdo aquella noche, aquel sueño extraño, un recuerdo vago e impreciso.
Que no se distinguir si fue real o mentira.

Una noche oscurecida, sus truenos ruidosos punzando mis oídos. El llanto de las nubes chocando contra las ventanillas.

¿Cómo es que se puede estar en tanta paz en mitad del caos?

Distingo una silueta lejana, a la niña de rulos rubios, a aquella chica que, aunque jamás llegué a ver su rostro, siempre recordé su risa.

Su risa feliz, seráfico e inocente.

Las gotas que lloraban las nubes caían sobre mi frente, humedeciendo mi cabello oscuro.
Recuerdo intentar llegar hasta ella, intentar alcanzarla. Alzaba mis manos, y mis pies tomaban un rumbo propio, una vida propia.

De repente, no tenia fuerza de voluntad. Mis pies, a grandes tropezones, la siguieron. La seguí como si estuviese cegado.

Cegado por mí curiosidad y mí desespero.
Mí desespero por aferrarme a algo.

De repente, fui niño de nuevo. Un niño inocente e ingenuo. Un niño que entre su desespero y tristeza, encontró la paz en aquel bosque. En el mismo laberinto que sofocaba mis sueños. El laberinto en el que mi alma se perdió.

Mis ojos se posaron sobre mis manos, unas manos delicadas y pequeñas, que carecían de cualquier rasguño. Mis manos se alzaron para tocar mi corto cabello, su textura suave.

¿Quién soy?

Solté un grito, un grito desgarrador, que raspó mi garganta.
Un grito que la llamaba.
Un grito que pedía ayuda desesperadamente.

THE LYING GAME. | Levi Ackerman x OC.  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora