- 13 - ¿Quién es el enemigo?

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"Tell you, you're the greatest,
but once you turn, they hate us,
Oh, the misery
Everybody wants to be my enemy."


"O mueres como un héroe, o vives lo suficiente como para verte convertido en un villano."

- Batman.

Todo estaba negro.

Amelia no sabía distinguir si había muerto o no.

- ¡Andrea, levántate! - exclamó alguien. Su voz demasiado reconocible.

Levi....

Amelia no pudo evitar esbozar un sonrisa ante la voz de el. Intentó abrir los ojos, pero se le hacía impossible. Notó como todo su cuerpo se estaba desgarrando por dentro.

No quiero morir...

***

- La Agente Abasto ha fallado. - murmuraba Calisto. - Ha escapado.

Bastian alzó la cabeza abruptamente, un alivio que no debería de sentir recorrió su cuerpo.

- ¿Ah, si? - preguntó desinteresado.

- Alguien la había desconectado el chip. - hizo una pausa. - Desde nuestras instalaciones.

- Eso es imposible. - susurraba Bastian nervioso. - Su hermana le habrá hecho recordar.

Sus manos jugaban con la tela de su chaqueta, mientras desvió la mirada hacia la ventana. Calisto no despegaba su mirada de el, mientras tambaleaba sus uñas contra su copa de vino. Analizaba todo sobre el. Su postura, recta y elegante, inspirando esa confianza que siempre había visto en el.

Hasta ahora.

- Hay un traidor entre nosotros, Bastian. Y creo que ambos sabemos quien es. - susurró Calisto.

La mirada de Bastian voló hacia Calisto, sus ojos llenos de desafianza. - ¿Me vas a matar, Calisto?

Sus dedos se posaron sobre la taza de vino, alzándola en el aire y acercándolo a sus labios. Ante el contacto de el cristal contra su lengua, se tomó un sorbo de el vino. El líquido ácido quemaba su garganta, y el dulce sabor fue sustituido por uno amargo, metálico se atrevería a decir. Se llevó ambas manos a su garganta, y su mirada voló hacia Calisto.

El hombre lo miraba desde arriba. Su mirada tan fría como el hielo. Cegado por su ira, tiró a Bastian hacia el suelo.

Su compañero se retorció, pero no peleó los efectos de el veneno. Se desplomó contra el suelo. Pero en ningún momento desvió la mirada.

- Tú fin se acerca, amigo mío. Ojalá la muerte no sea tú castigo. Dios no será tan piadoso contigo. - respiró entrecortadamente, y su cabeza chocó contra el suelo.

Bastian estaba muerto.

***

Sofía no sabía en qué año estaba. Merodeaba por las calles de Berlín sin rumbo. Su mente, cegada por la tristeza y culpa. Sus pies anduvieron por el asfalto a grandes tropezones, su mirada pegada a sus manos.

THE LYING GAME. | Levi Ackerman x OC.  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora