THE LYING GAME. | Levi Ackerman x OC.

- 09 - La Inspectora Ackerman.

"She's a killer queen
Gunpowder, Gelatin
dynamite with a laser beam
Guaranteed to blow your mind ( anytime )"

"No todos los héroes llevan capas"

***

Mikasa Ackerman no poseía el orgullo tan reconocible de su hermano, o su arrogancia. Solo compartían un mismo deseo, acabar con aquellos ladrones aunque sea lo último que hagan. A la inspectora le habían otorgado otro caso, el asesinato de Karl Schmidt, o mejor dicho, Roland Feiser.

Su edad es anónima, en sus fichas falsas sus años eran de unos treinta y cinco sin embargo, actualmente se sospecha de que su edad es mucho más mayor. Sus rasgos, afilados y comúnmente conocidos como alemanes, le ayudaban a rejuvenecerse, dando a entender que su edad era menor de la que realmente era.

Mikasa Ackerman, no le daría menos de cuarenta. De hecho, su estimación ronda los cuarenta y tres.

- Un caso verdaderamente extraño. - murmuraba la inspectora. - Un equipo de ladrones, una asesina infiltrada. Sus motivos, desconocidos.

Mikasa ojeó con gran interés los papeles sobre su escritorio, algunos esparcidos sobre el suelo, pero no desorganizados.

- Roland Feiser, de linaje puro alemán, de un linaje Nazi. Su padre, general de el ejército alemán en su momento. Cuando la guerra acabó, Roland todavía no había nacido. Los motivos de este asesinato no fueron impulsivos, su asesino debía saber exactamente el pasado de aquel hombre, su verdadera identidad. Vivió para la destrucción de el muro de Berlín hace un par de años.

A Mikasa le atraía el pasado de el hombre, y cuando finalmente ató los cabos, sus papeles se cayeron sobre el suelo. Se levantó de una de su silla, y se acercó hacia su tablero de dardos rojos.

- No son robos, son avisos, advertencias, amenazas.

Mikasa trazó con su dedo cada robo sobre el mapa. - Primero en Múnich, un gasto total de cuatro millones.

Así siguió, siguiendo con su dedo cada robo.

- ¡No son solamente robos, son avisos!

Mikasa se echó hacia atrás y registró cada sitio en concreto que había sido robado.

- Múnich, un banco bajo el nombre de Adelaida Schmidt.

No puede ser.

Mikasa registró una vez más la ficha de la identidad falsa de el hombre.

Karl Schmidt.

Estado Civil : Casado.
Edad: 35
Profesión: Profesor, educación de primaria.
Fecha de nacimiento: 12 de Mayo, 1955.
Actualmente está muerto.

Mikasa soltó el papel incrédula.

- ¿Será su mujer? - preguntó en alto. La inspectora se llevó una mano hacia su boca, y sus manos buscaron el ordenaron rápidamente. Sus dedos marcaban las letras de el nombre, y para su sorpresa, cuando le dio a buscar, decía que aquella persona no existía.