Susan:
Hoy retomamos la marcha desde muy temprano. Después de la situación embarazosa de la noche anterior no he podido mirarle a la cara a Cailean. Según escuche nos dirigimos a Eilean Donan en busca de unas ovejas que compraron y deben recoger, si mantenemos la marcha llegaremos mañana al anochecer y ahí pasaremos la noche par luego continuar nuestro viaje hasta las tierras de los MacLeod.—¿Te encuentra bien?—pregunta Coira que esta sentada a mi lado en la carreta, decidí ir junto a ella para evitar lo maximo posible a mi... a Cailean—no es normal en ti que lleves cayada tanto tiempo, algo te atormenta.
—Ayer no tuve buena noche y estoy algo cansada.
—Ya, deberías descansar algo aqui en la carreta, tengo entendido que esta noche no nos detendrem, mi hermano quiere llegar lo antes posible Eilean Donan.
—Si intentaré dormir un rato.
Me echo sobre unas mantas y paso gran parte del caminado dormida, cuando me despierto esta atardeciendo.
Comemos de lo que tenemos guardado en la carreta.
—¿Cómo es tu hogar?—pregunto tras tragar un pedazo de pastel.
—Nuestro hogar Susan, ahora también es tuyo—asiento—es un lugar bonito, Cailean hace unos años atrás puso mucho empeño en unas reparaciones que necesitaba y hoy en día está fabuloso, él siempre me ha dejado elegir la decoración, dice que tengo buen gusto, pero claro, cuando llegues puedes cambiar lo que quieras, ahora eres la señora.
—No quiero cambiar nada—ese es su hogar, lo ha sido toda la vida, y si a Cailean le gusta como su hermana le decora la fortaleza yo no tengo nada que opinar.
—Pues eso ya lo sabrás cuando llegues, tal vez hayan cosas que no sean de tu agrado, es un lugar grande, te gustará.
—Disculpa que te pregunte, es que no sé nada de ustedes, ¿vive en la fortaleza algún familiar?.
—No te disculpes, hace apenas dos días que te enteraste que ibas a despostarte, por supuesto que no sabes nada de nosotros. Nuestros padre murieron hace años, solo tenemos un tío por parte de madre y una prima, pero no viven en Dunvegan, hacen visitas bastante seguido, pero a Cailean no le hace mucha gracias que se paseen por la fortaleza cada vez que les plazca, también está el abuelo Claud, es muy querido, te mimará como lo hace conmigo y también está, aunque no es de la familia es como si lo fuera, Lorna, fue nuestra nana, la queremos como una madre.
—Siento lo de tus padre y me alegra saber que tengan familiares y personas queridas. A nosotros solo nos quedaba padre, no tenemos primos ni tíos, aunque bueno, siempre hemos tenido muy buena relación con los Gordon, mi hermano es gran amigo de Michael, y pues es como de la familia.
—Susan—nos interrumpe Cailean, la carreta se ha detenido—paramos un momento para que los caballos tomen agua, ven—me extiende la mano para ayudarme a bajar de la carreta.
—¿A dónde vamos?—pregunto cuando veo que caminamos en dirección contraria a donde están todos.
—En busca de privacidad.
—¿Y para qué necesitamos privacidad?
—¿Tú nunca te callas?
—Casi nunca—respondo y se me escapa una sonrisa.
—Me espera una larga y tediosa vida—suspira.
—Que tú prefieras gruñir en vez de tener una conversación civilizada no es mi culpa—intento mantener el ritmo, camina bastante rápido y el vestido no ayuda—aunque me han dicho que a Hanz le gusta mantener conversaciones largas, tal vez le diga una noche para tener una.
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Hasta el amanecer
RomantizmSusan es una joven bella, de cabellos dorados como el sol, ojos claros, delgada, pero con un gran carácter, que tras la muerte de su padre se ve obligada por su hermano a contraer matrimonio con un Laird de un clan muy poderoso, pero esto no es lo q...