A mitad de pasillo suspiró. De pronto su estoicismo y tranquilidad comenzaba a encontrarse en peligro; como si fuese una especie de presa a punto de reventar; ella no encontró ninguna cosa extraña en aquel libro como para indicar que era el causante de los sueños. Si seguía así, entonces no tendría mucho sentido el haberlo puesto en lo más oculto de su habitación; después de todo los sueños nunca tenían mucho sentido, pero aquello era extremadamente repentino, esos besos de ensueño aparecieron de la nada. Teniendo en cuenta que Diana ni Akko eran extremadamente cercanas entre sí, el asunto era aún más raro.
Atsuko ya prácticamente se había olvidado de aquel sueño; se levantó como era de costumbre y empezó a recorrer los pasillos de la escuela de forma enérgica, mientras alegaba una y mil cosas a cerca de las clases y demás —Nada fuera de lo común—, pero, en el camino se topó a Diana, quien estaba siendo seguida por Hannah y Barbara como era de costumbre.
De lejos, la castaña saludó alzando la voz y agitando su brazo en el cielo, y, obtuvo una respuesta que ella consideraba seca. Cavendish, con ese rostro inexpresivo, simplemente alzó un poquito su mano, asintió con la cabeza y simplemente reanudó su marcha al salón.
Akko frunció el ceño y dio un suspiro algo desanimado, realmente no había pensado en el sueño que tuvo hacía poco; de alguna manera ya lo había dejado en que fue un simple sueño.
Una vez más; las clases pasaron sin ningún problema, sin embargo, a Diana se le veía algo irritada cada que Akko intentaba acercarse entre los cambios de clases, y claro, para ella ya era el segundo día en el que soñaba con algo tan extraño —Sin mencionar que había sido especialmente explicito—.
— Diana; voy a ir a desayunar; ¿vienes con nosotras? —Inquirió la castaña.
— Paso —Anunció Cavendish con su típica soberbia— Tengo algunos asuntos más importantes que atender.
— ¿Importantes? —Inquirió Akko frunciendo un poco su ceño— ¿Qué puede ser más importante que comer para mantenerte con vida? —Preguntó de una forma no irónica.
— Algo que a ti no te concierne... si me disculpas, nos vemos... —Antes por lo menos Diana toleraba a Akko, ahora parecía ser que ni eso.
La rubia se dio media vuelta y me marchó de ahí a toda velocidad mientras Akko se quedaba de pie con una expresión algo seria observando cómo se iba.
— Tranquila Akko —Con suavidad, Lotte intentó alejarla de ahí— Vayamos a comer con Amanda como de costumbre.
— Pero es que... —Atsuko quiso imponer un poco de resistencia— Yo solo quisiera que al menos no actuase con tanta indiferencia; ella fue quien me consoló cuando estaba triste aquella vez; ¿no?, en el frío —Se notaba algo de inocencia y tristeza en su voz— Pensé que podríamos ser amigas cercanas, o al menos que pudiésemos llevarnos mejor.
— Si, pero Diana es muy orgullosa —Lotte intentaba hacer entrar en razón a su amiga— Ella no te ve como un reto o una amenaza, además, tampoco está obligada a convertirse en nuestra amiga, estoy segura que ella por dentro te agradece lo que haz hecho por ella y recuerda el pasado no tan lejano con cariño.
— Esa mujer es fría —Sucy habló con su voz inerte e inexpresiva— Yo no sé si de verdad agradezca que hayas abierto el gran Triskelion.
— No quiero que me agradezca —Agregó Akko— Solo quiero llevarme bien con ella; salvamos al mundo ¿saben?, y sigue estando tan distante —Dio un suspiro lleno de decepción.
Tras esa conversación lo único que quedó fue ir a comer...
— ¿Ashí que Agko shigue empeñada en traer a Diana? —Mientras tenía la boca llena de comida, Amanda hablaba— Sinceramente no sé para que la quieres aquí —Habló con normalidad tras pasarse lo que tenía— Sus aires de superioridad realmente arruinarían el ambiente.
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La alegría de amarte (Diakko, Lemon)
RomantizmUn fanfic Diakko en pleno 2022, porque quiero, porque puedo y porque se me da la gana.