Destiny Spell Our Love | Mattheo Riddle

IV

1 de septiembre, 1995

Nuevo año, más aventuras, más y nuevas... traumas seguros. La audiencia con el Ministerio de Magia salió exitosa, la Sra. Figg declaró a nuestro favor y, por mayoría de votos, no fuimos expulsados de Hogwarts.

Estaba en un compartimento junto a Emma, Emily y Cassie, con mi cabeza recostada en el regazo de esta última.

-Entonces, ¿me estás queriendo decir que a Cassie se le salió decirle a Granger "sangre sucia inmunda" sabiendo que ella es, probablemente, mestiza...? -preguntó Emily.
-¡Exacto! Para colmo, le salió del alma, fue excelente -choqué mi puño con el de la pelinegra-. Pero ambas nos llevamos un regaño por parte de Andy. Cassie, según ella, por sonar como una purista de sangre. Y yo, porque soné como una clasista cuando discutí con Molly...
-¿Y nos estás diciendo que, básicamente, en la antigua casa de la familia Black hay un retrato de tu abuela -Emma señaló a Cassiopeia- que puede hablar, es como si estuviera con vida? Y además, les sonrió como si las estuviera aceptando.
-Algo así... -respondimos ambas.

En otras noticias, mientras estábamos en Grimmauld Place, recibí una carta donde me avisaban que había sido elegida como prefecta. Realmente nadie se sorprendió, excepto Granger, quien estaba realmente convencida de que ella sería la elegida para dicho papel.

En ese momento, mi novio, Cedric Diggory, entró al compartimento y sonrió al verme.

-Bonita... -susurró acercándose a mí. En ese momento me levanté de encima de Cassie de un salto para besarlo.
-¡Ugh! Ya empezaron con sus babosadas -dijo Cassie a lo que le saqué la lengua.
-Bien... debo ir con los demás prefectos, nos vemos en los carruajes.

El Expreso finalmente se detuvo, indicando que habíamos llegado a Hogwarts. Salí del tren de la mano de Cedric para encontrarnos con los demás prefectos: los únicos que reconocí fueron Draco, con quien estaba enojada porque no me había escrito nada desde antes de mi cumpleaños, y Ron Weasley, quien probablemente ahora me odiaba más por todas las VERDADES que dije sobre su familia.

Los prefectos mayores nos explicaron todo lo que debíamos saber: desde las guardias hasta nuestras responsabilidades. Nos despidieron a todos para que pudiéramos ir a los carruajes. Mientras pasaba por uno en el que estaban Harry, Hermione, Ron y la persona más dulce del mundo... Luna Lovegood, pude escuchar a la pelirroja (no yo) decir:

-Oh, sí... ella es Looney Lovegood.
-Oh, ¡miren! Es la maldita pob... -antes de que pudiera terminar la frase, Cedric me tapó la boca.
-Mejor no digas nada, bonita -susurró contra mi oído.
Luna se volteó hacia mí, con una sonrisa que me daban ganas de abrazarla y protegerla de todos los idiotas de Hogwarts.
-Oh, hola Lottie... Es bueno verte -dijo la rubia.
-Puedo decir lo mismo, Lunita. No escuches lo que ciertas personas -miré a Ginny- dicen de ti. En fin, debo irme, nos vemos en Hogwarts.

Con eso dicho, caminé hacia el carruaje donde estaban Cassiopeia, Emma y Emily esperándome. Pasando al lado de Theodore, Draco, Blaise y Lorenzo los escuché llamándome, pero estaba enojada con los cuatro por su enorme falta de cartas.

-¿Por qué no me dejaste decirle a Ginny sus verdades?
-Porque eso iba a causar más problemas entre tú y Harry, ya tienen suficiente. Además, ibas a sonar como una clasista... -respondió Cedric.
-Mi mejor amigo es Draco Malfoy, ¿Qué esperas?
-Y por eso no me gusta que te juntes con él.
-Y eso me importa un bledo que no te guste, Cedric. Yo no te digo nada porque te juntes con Cho Chang, sabemos muy bien que está enamorada de ti.

Tal vez fui un poco brusca, pero me ponía de los nervios cuando todos se ponían en plan de «No te juntes con Draco, es mala influencia» Era agobiante.