-¡Potter y Riddle! -decía en voz alta el profesor Snape en la clase de Pociones.
-¡¿QUÉ!? -gritaba, esta vez, Harry Potter. El chico Riddle se quedaba quieta en su lugar.Trabajar con el chico Potter le daba igual.
-Tú no, la niña Potter -repitió el profesor con saña.
Eso fue suficiente para que la pelirroja saltara de su lugar, quedándo parada a un lado de Draco-. ¡¿QUÉ!? ¡Pero yo siempre trabajo con Cassiopeia!Él no se había inmutado, se mantuvo quieto como antes. Realmente le daba igual tener que trabajar con ella, sabía muy bien que no le vendría mal hacer equipo con una de las mejores en Pociones.
-Y por esa misma razón, ahora trabajarás con Riddle -respondió con desdén-. Ahora, señorita Potter, cambie de lugar y vaya con el señor Riddle.
Mientras Charlotte juntaba sus cosas y se cambiaba de lugar, Snape siguió nombrando parejas: Zabini y Weasley, Potter y Nott, Black y Malfoy, Berkshire y Lupin...
-Juro que si nos va mal en el trabajo por tu culpa, te mataré, Potter -atacó primero el chico Riddle.
-Ti mitiri, Pittir -respondió ella con burla-. Sólo cállate, ¿quieres?
-En la biblioteca a las 5 -avisó él, levantándose de lugar-. Espero que en tu cabeza insolente esté el concepto de puntualidad, odio esperar.
-Vete al inf... -pero el rizado ya había salido del salón, dejándola con la palabra en la boca.La pelinegra se acercó a su amiga mientras se burlaba de ella. Claramente ella estaba contenta de hacer el trabajo con nada más y nada menos que su primo.
-Vete al infierno, Cassiopeia -golpeó su brazo, haciendo que su amiga soltara un quejido.
-Agresiva -hizo un falso puchero-. Si hubieras visto tu cara cuando Snape dijo que trabajarían juntos, te reirías.
-¡Deja de reírte!
-¡Fue gracioso! -nuevamente se ganó otro golpe por parte de su amiga, quien comenzó a correr cuando vio las intenciones de la pelinegra de pegarle.✸✸✸✸✸
Por la tarde, Charlotte llegó a la biblioteca diez minutos antes de la hora acordada. Solo para demostrarle al desafiante Mattheo que ella también podía ser puntual.-Veo que en tu insolencia sí que existe el concepto de puntualidad -repentinamente, Mattheo apareció de la nada, causando que Charlotte pegara un salto y lo golpeara con un libro en la cabeza-. ¡Auch! ¡¿Estás loca, Potter?!
-¿Cómo puedes aparecerte así? ¡Como si nada! -exclamó ella, sin arrepentirse del golpe.
-¡No es mi culpa que seas tan idiota y no te hayas dado cuenta de que estaba detrás de ti! -se defendió.
-¡Y si no hiciste ni un maldito ruido!Pronto, un "shh" se escuchó a su lado, ambos giraron hacia el origen del sonido y vieron a la bibliotecaria.
-Idiota -murmuró ella, empujándolo.
-Idiota tú -respondió él, empujándola quizás un poco bruscamente.Pasaron algunos minutos en silencio, en los que ambos se dedicaron a buscar libros que podrían ser útiles. Sin darse cuenta de que ninguno de los dos sabía de qué trataba la tarea.
-Riddle, ¿qué diablos debemos hacer para el trabajo?
-Pensé que tú lo sabías. Quiero decir, como miss perfección que eres -se burló él, provocando que la pelirroja golpeara su brazo varias veces-. ¡Ya! ¡Agresiva!La detuvo, sujetando sus muñecas y levantándolas sobre su cabeza. Apretando su cuerpo delgado contra el estante que estaba detrás de ella.
-¿Te calmarás o tendré que calmarte yo mismo? -preguntó él, acercándose cada vez más. La respiración de ella se volvió más rápida, sintiendo cómo el rubor se extendía por sus mejillas.
-Ay, ya. Cállate y suéltame -respondió-. O tendré que golpearte donde más te duele.
-¿Acaso no quisieras tener hijos conmigo? -esta vez, dejó caer una de sus manos para apartar un mechón de cabello de su rostro.
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Destiny Spell Our Love | Mattheo Riddle
FanfictionCharlotte Potter y Mattheo Riddle, dos adolescentes destinados a ser enemigos jurados por el destino. ¿O será que el destino tenía otro plan para ellos? Tal vez el destino estuvo dibujado desde el nacimiento de ambos. Tal vez, lo dibujaron con sus...