Destiny Spell Our Love | Mattheo Riddle

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La luna llena había salido excelente, dentro de todo. Nunca había resultado herida y Emily no se había descontrolado.

Por la mañana llegamos junto a Cassie a la sala común, ya que Emily había pasado directo a la enfermería con Madame Pomfrey para que la revise y pase el día allí. Al llegar a dicho lugar nos encontramos con la vista de los gemelos Weasley, Ron, Granger y Potter conversando muy secretamente.

Con Cassie decidimos pasar de largo a nuestra habitación, hasta que escuchamos hablar a uno de los gemelos.

-Miren, si ahí van las futuras Mortífagas -dijo, con un tono de voz burlón, causando risas entre todos los demás mencionados.
-Cierra el pico si no quieres terminar tirado en el suelo por un crucio, Weasley -amenacé antes de seguir mi camino junto a Cassiopeia.

Cuando entramos a nuestro dormitorio, rápidamente me dejé caer en mi cama, notando la ausencia de Emma.

-Ese maldito pobre de Weasley, es un idiota -Cassiopeia se lanzó a su cama, totalmente agotada-. Juro que algún día voy a cerrarle el hocico de un buen golpe.
-Qué vocabulario tan clasista, señorita Black -respondí entre risas.
-Oh, ya sabes. Siempre es un gusto ser algo clasista con ellos.

...

Viernes:

-... Si terminas besándote con Riddle, me pagas 10 galeones -propuso Cassiopeia mientras nos dirigíamos a la sala común de Slytherin.
Me giré para mirarla con una cara de asco, literalmente-. ¿Estás loca, Black? ¿Qué te hace pensar eso?
-Desde que lo vi el otro día en los pasillos, acorralándote contra la pared y tú sin oponerte, supe que no tardarían en besarse -respondió moviendo sus cejas sugestivamente.

Flashback:

Me encontraba caminando después de DCAO hacia la biblioteca, Cassie me había abandonado para ir a sabe Dios dónde y teníamos que hacer una tarea de Pociones. Cuando doblé una esquina, sentí cómo rápidamente alguien me jalaba hacia un espacio reducido y me apretaba contra una pared.

-¿Qué tal, Potter? -preguntó la insoportable voz de Riddle.
-¿Qué mierda haces, Riddle? Voy a matarte si no me sueltas -amenacé, tratando de empujarlo, sin éxito.
Sentí su mano deslizarse hacia mi cintura, pegándome a él-. Mhmm -murmuró-. Creo que pasó, mi sexto sentido dice que lo que ocurrió la otra noche te gustó y el séptimo dice que quieres que se repita.

Yo simplemente arqueé una ceja, una idea cruzó por mi mente y rápidamente comencé a ejecutarla. Deslicé mis manos por su pecho, sintiendo sus músculos por encima de su camisa, y luego subí lentamente hasta enredar mis dedos en sus rizos.

-Y dime, Riddle... -murmuré acercando mis labios a los suyos, sin llegar a tocarlos-. ¿Tus sexto y séptimo sentido te avisaron de lo siguiente?

Antes de que él pudiera contestar, levanté mi rodilla y le di un golpe en su parte más dolorosa. Riddle cayó al suelo maldiciéndome. Me agaché a su lado y acaricié su mejilla con una sonrisa burlona.

-Espero que puedas tener herederos -dije y salí corriendo de allí.

Fin del flashback.

-¿Sabías que es de mala educación escuchar conversaciones ajenas, Cassie? -pregunté, arqueando una ceja.
-Ya cállate, Lola -respondió ella, con una sonrisa traviesa.

Llegamos a la entrada de la sala común y allí estaba Lorenzo, esperándonos para poder entrar. Me acerqué rápidamente hacia él y me lancé a sus brazos para abrazarlo.

-Lolo... Nos vimos hace algunas horas -dijo entre risas mientras me elevaba del suelo.
-Unas horas es mucho sin ver a mi Enzo -besé su mejilla y él me bajó, saludó a Cassie y dijo la contraseña.