Destiny Spell Our Love | Mattheo Riddle

XV

-Dejen de pelear, imbéciles -dije, rodando mis ojos. Rápidamente, Enzo y Blaise dejaron de pelear.

Estuvimos los seis, ya que Cassiopeia llegó aproximadamente diez minutos después, hablando de diferentes temas. Al cabo de casi una hora, creo yo, Riddle volvió acompañado de Tom, claramente el idiota menor venía aún enojado por nuestro desacuerdo anterior, mientras que el mayor saludó, increíblemente, de buena manera.

-Linda habitación -dijo Tom, mirando a su alrededor. Su mirada se detuvo en el muro con fotos que había entre las camas de Enzo y Blaise, y Draco y Theo-. Hay muchas fotos, eh.

Y definitivamente había muchas fotos con movimiento y sin movimiento, o sea, sacadas por cámaras muggles. Había desde fotos de los seis en Hogwarts, en casa de Andy y, principalmente, de unas últimas vacaciones.

-¿Esto cuándo fue? -preguntó Tom. Su hermano se tiró en su cama, haciéndose el indiferente.
-La Navidad pasada -comenzó a explicar Draco-. Con todo esto del Torneo de los Tres Magos, ya sabes, tanto estrés y eso, decidimos llevar a Lottie a cumplir su sueño desde niña, básicamente.

Tom se sentó en la cama de Mattheo, como esperando oír más.

-¿De verdad vas a ponerte a escuchar la historia de cómo llevaron a la inepta de Potter a un viajito insulso? -preguntó Riddle con un tono sarcástico.
-Cállate, Mattheo -siseó su hermano.
-¿Envidia, Riddle? -hablé, esta vez con una sonrisa.
-¿Por qué debería tenerte envidia, Potter? -entrecerró sus ojos hacia mí.
-Porque al menos tengo amigos que se preocupan por mi bienestar -sonreí de forma orgullosa.

Riddle iba a levantarse, seguramente para hacer esas amenazas vacías que siempre hace. Pero Tom lo detuvo y este hizo caso.

-Fue algo complicado, ya sabes, viajar sin que nuestros padres sepan nuestro plan, bueno, todos menos la madre de Blaise, quien tiene una adoración por Lottie -continuó, esta vez, Theo, mientras me hacía mimos en el pelo-. Básicamente ella nos encubrió, diciendo que pasaríamos Navidad en su casa. Claramente los señores Malfoy, Berkshire y Nott estuvieron de acuerdo con ello.
-En conclusión, pudimos viajar gracias a la Sra. Zabini y gracias a la tía de Cassie, Andromeda o Andy, quien fue la que nos acompañó, ya que si no, no hubiéramos podido viajar solos por ser menores de edad -concluyó, esta vez, Enzo.

Tom sorpresivamente escuchaba todo con atención, como si le hubiera gustado la historia. Mientras que su hermano tenía un rostro de molestia plasmado, como si hubiera escuchado lo más aburrido del mundo.

-¿Y qué hicieron en ese viaje? Digo, para que Potter tenga esa sonrisa en su cara, debe haber sido muy emocionante -continuó con intriga Tom.

Nunca pensé que el mismísimo Tom Riddle fuera tan chismoso. Por Merlín, eso fue lo único que pude pensar mientras me aguantaba las ganas de reír por su curiosidad.

O porque estaba media mal de la cabeza.

-La llevamos a ver pingüinos en un zoológico de Escocia -habló, esta vez, Blaise. Y qué cara de idiota tenía Tom, como si la idea de ver pingüinos le pareciera una completa estupidez.

Yo simplemente asentí con una sonrisa arrogante dibujada en mi rostro.

-¿Pingüinos? ¿Quién en su sano juicio tiene como sueño ver a esos pajarracos deslizándose sobre el hielo? -preguntó Riddle, esta vez con menos sarcasmo. Qué aburrido, esperaba más ingenio de su parte.
Solo pude rodar los ojos con fastidio. -¿Acaso no escuchas? ¡Claramente acaban de decir que yo! -exclamé, sin poder evitarlo. No podía dejar pasar el momento sin lanzarle una buena dosis de veneno.
-Vete a la mierda, Potter -siseó Mattheo con veneno en sus palabras, tratando de atacar donde más me dolía. Pobre tonto, no tenía idea de lo que me importaba su opinión.
-Lo mismo digo, Riddle -respondí con una sonrisa triunfante. No pensaba dejar que me hiciera sentir mal por algo tan trivial.