Destiny Spell Our Love | Mattheo Riddle

XVII

-Voy a lanzarle tantos crucios que va a quedar encerrada en San Mungi por la locura -fue lo primero que dijo Cassiopeia, al terminar mi relato de lo que Ginny me había dicho, saltándome la parte de Voldemort y sus palabras.

Pero el ser más cariñoso del mundo, o sea, Draco Malfoy la tomó del pelo, haciendo que vuelva a sentarse.

-Tú no vas a ningún lado, Cassiopeia -exigió el rubio. De entre los tres, él era el más sensato, quien actuaba con la cabeza.
-Primero voy a matarte a ti y luego a esa maldita Weasley -siseó la pelinegra, arreglándose su cabello.
-Nadie va a matar a nadie. Weasley es una estúpida que refleja sus inseguridades en mí -dije, mirando a un punto fijo-. Fue a ella a quien su madre le dijo que había subido de peso. En cambio, a mí me lo dijo una niña estúpida a la que nadie se banca.

Respiré hondo, levantándome de donde nos habíamos sentado y miré a los pasillos.

-No voy a hacer nada, por ahora -caminé de un lado a otro-. Cuando se me escape algún tornillo, quién sabe qué se me ocurrirá.
-Me das miedo a veces -habló esta vez Draco.
-Lo sé. Ahora, tenemos que ver otras cosas. Por ejemplo, Emma y el porqué de que nos está ignorando hace semanas.

Cassiopeia se tensó y supe el porqué. El tema de nuestra supuesta amiga la había mantenido bastante pensativa, sacando conclusiones que siempre llegaban a lo mismo: nos estaba traicionando o algo parecido.

Emma recibía cartas que no nos dejaba ver y, una vez que las leía, las quemaba de inmediato. Además, ya no nos acompañaba en las lunas llenas, se iba de noche y regresaba al día siguiente para arreglarse e ir a clases.

Y así sucesivamente, durante semanas.

-Ya te dije lo que creo -concluyó Cassie.
-¿Y qué crees? -preguntó su primo. Volví a sentarme entre ellos.
-Creo que nos está traicionando, que está viendo a su padre a escondidas y le está pasando información sobre Pettigrew, para que él se la pase a... Voldemort -expliqué resignada-. Cada vez creo más que Cassie tiene razón.
-¡LO VES!? Soy una Black, siempre tengo razón.
-Solo estoy diciendo que CREO aún no al 100% -Cassie soltó un bufido infantil-. Pero tiene mucho sentido. Moony nos contó que así se comportaba la rata traidora de Pettigrew el otro día... antes de... eso -jugueteé nerviosamente con mi dedo.

Mierda, ¿y si realmente nos estaba traicionando? A pesar de todo, Emma era como otra hermana para mí, una de mis amigas más cercanas desde primer año. Si resultaba ser cierto... creo que sería demasiado.

-¿Quién diablos es Moony? -preguntó Draco, haciéndonos reír a Cassiopeia y a mí.
-Remus -respondimos-. Así le llamamos nosotras desde que lo conocimos, cuándo era profesor era divertido ver su cara cuándo le decíamos asi, ya que solemos usarlo en vacaciones, aunque ahora siempre le decimos así... desde que ya no es profesor.
-Me uní a la brigada Inquisitorial de Umbridge -dijo de pronto él.
-¿¡QUÉ!? -exclamó su prima levantándose de golpe-. ¿Estás loco, Draco? ¿Acaso no sabes lo que le hizo a... ¡Ay! -no pudo terminar la frase, ya que le pellizqué la pierna.

Ni Draco ni ninguno de los otros chicos sabían que Umbridge me había, básicamente, torturado la mano.

Si se le podía llamar así.

Mis amigos podían ser algo imprudentes cuando me causaban daño físico, a diferencia de Cassiopeia, que solía ser más imprudente cuando me herían emocionalmente.

Emily solía ser más racional, solía decirme que los acusara con Dumbledore o McGonagall.

Así que parecía tener a cuatro perros guardianes de Slytherin y uno de Gryffindor encima de mí.

-¿A quién, Cassiope? -preguntó curioso.
-¡A todos! ¡Sí, a todos! -exclamé rápidamente-. Bueno, más bien a los Gryffindor.
-No les creo.
-¿Y a mí qué? -rodé los ojos. Draco me dio un leve golpe en la nuca.
-¿En qué clase deberíamos estar? -preguntó Cassiopeia.
-¡Pociones! ¡Con Snape! -gritó dramáticamente Draco.