𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐈𝐈

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༺ 𝐏𝐬𝐲𝐜𝐡𝐞༻

Cuando Gojo estaba a punto de terminar su noche de trabajo tras un atareado día, un soldado se acercó en confianza y le comentó un incidente que debía atender con cierta urgencia y él ni siquiera se sorprendió cuando supo de que se trataba, así que junto con Nanami fueron al burdel. Al llegar se vieron rodeados por algunas mujeres, acción que aún el teniente no se acostumbraba pero que veía venir, intentó hacer lo que siempre hacia ante las prostitutas, rechazar su oferta solo mostrándoles una sonrisa e ignorado sus peticiones y caricias

—¡Teniente Satoru~!—Dos de ellas se aferraron a sus brazos y otra que llego de frente acaricio su disponible cuello.

—¡Soldado Nanami~!—otras dos hicieron lo mismo con el joven rubio.

—Buenas noches, vengo a-

—Buscar a tu primo.

Termino de decir la encargada del lugar, una señora adulta que siempre iba maquillada de manera exagerada pero no horrible. Esa japonesa se llamaba Miyake Mei mei era la encargada de este lugar, por supuesto que eso quería decir que tenía buenos tratos con el verdadero dueño de todo esto..

《Nos vimos más veces de lo que hubiera deseado》 Pensó Gojo lamentándose a si mismo.

Suspiro con pesadez—¿Qué hizo Okkotsu?

Mei mei llamaba a los soldados para que le avisen a Gojo si es que Okkotsu ocasionaba algún problema como ahora.

—Pero—Mei mei amplio su sonrisa —¿Cuál es la prisa? Podría quedarse un poco más. Si las coreanas no son de su agrado también tenemos japonesas, filipinas, chinas…

—Yo te satisfacere~  —Las jovenes que rodeaban al teniente aún estaban jugando mientras lo acariciaban y rozaban sus pechos sobre él.

—Verte me vuelve más caliente señor teniente, estoy deseando poder comerte~

—Señora Miyake—Gojo siguió hablando con la peli blanca—¿Mi primo ocasiono muchos problemas?

—Te he dicho ya que puedes llamarme por mi nombre, no hacen falta tantas formalidades~

Las dos prostitutas lo soltaron de inmediato con decepción en sus rostros cuando Mei mei cruzo los brazos e hizo un ruido con la boca. Gojo aprovecho el desprendimiento para buscar en el bolsillo que tenía dentro de su saco militar, dinero que le estiro mientras se inclinaba.

—Por las molestias, solo avísame si no llega a cubrir las cosas que rompe.

Una sonrisa surgió en el rostro de Mei mei cuando vio los billetes y los tomo.

—Lo descontare de la cuenta de tu primo—Comenzo a contar los billetes delante de él—. Sabe teniente, entraran nuevas jóvenes pronto ¿No le gustaría elegir a una personal? Amaríamos tener de cliente especial a alguien como usted.

Satoru se acerco a ella para tomar su mano plantarle un beso en el dorso de esta, le dedico una sonrisa ahora que estaba a punto de irse.

—Como siempre tan hermosa, señora Miyake.

Los ojos cautivadores de Gojo eran sensuales y atrayentes, su forma de hablar y su sonrisa eran para cualquier mujer un increíble atractivo, además era inteligente con sus palabras, él sabía que si le decía “consideraré tu oferta” o algo similar le daría pie a Mei mei para presionarlo a que acepte.

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