𝐏𝐒𝐘𝐂𝐇𝐄

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐈𝐕

༺ 𝐏𝐬𝐲𝐜𝐡𝐞༻

Estimada yo

Cuando creí saber lo que era hacer un heredero, cuando creí tener el conocimiento sobre el cuerpo de un hombre y cuando creí saber lo que realmente era la intimidad, en mi noche de bodas descubrí que estaba equivocada sobre todo eso. Por supuesto que sabía que el cuerpo de un hombre es distinto al de una mujer y que tenían algo en "ese lugar", pero jamás me imagine la forma que tendría y cuan desagradable podía ser ese acto tan íntimo.

Recuerdo como mis dedos temblaban cuando tuve que ayudarlo a quitar mi vestido de boda. Intente sonreír, pero fue imposible, el señor Shiu supo que estaba nerviosa ¿Y cómo no estarlo? Fue la primera vez que alguien me veía de esa forma tan humillante.

En un momento le pedí que se detuviera, estaba aterrada porque lo senti como si me estuviera castigando, pero no me escuchaba o no quería hacerlo. Esta tradición solo era un peso en mi pecho que se repitió las noches que él quiso, diciendo que era mi deber de esposa. Yo no estoy en una posición para quejarme ni para hablar ni ir en contra de las órdenes de mi esposo, eso fue lo primero que me enseñaron.

"Yo le pertenezco a mi marido, y en la viudez a mis hijos."

Cuando cerraba la puerta en la privacidad de la noche, acariciaba las telas que cubrían mi piel, su rostro siempre era una de las cosas más difíciles de mirar porque me hacia recordar a los amigos de mi padre, aunque él era un poco más mayor que todos ellos.

Me sentí culpable porque intente complacerlo, intente disfrutarlo como me lo pedía pero era inevitable sentirme sucia, como si los baños no alcanzaran para quitar esa enorme mancha en todo mi cuerpo. 

Simplemente me gustaría reunirme con Miwa, probarnos kimonos juntas, salir a caminar y hablar sobre accesorios.

Cuando me enteré de mi embarazo trece días después de mi boda, Shiu ya lo esperaba y por supuesto yo también, me trataba con tanto cariño que pensé que faltaría nada para amarlo plenamente porque es amable con mi familia y yo solo podía recompensarlo de esa manera, dándole una.

Suguru ya no fue el mismo desde la muerte de nuestra querida Riko, que dicho sea de paso, la extraño y recuerdo todos los días, pero sentí que perdí a mi hermano mayor el día que ella se fue, porque cuando intento acercarme, cuando quiero hablar con él sobre las actitudes cuestionables de nuestro padre, solo no está de acuerdo conmigo, su pasatiempo favorito es estar solo, lejos de todos, menos con mamá, Suguru ama a Yuki con todo su corazón y se aferra a ella como nunca, al igual que yo.

Volviendo a mis malestares, una de las razones por las que me cuesta amar a mi esposo es por la manera en la que odia a mi país, se que intenta ocultarlo, es diferente conmigo a cuando esta con sus compañeros y amigos, es otra persona, pero pienso que se comporta así con ellos por las apariencias.

Estaba segura que sería un gran padre, y sabía que esa experiencia sería la primera en la que los dos no supiéramos nada. De alguna forma estaba algo animada por mi embarazo, aunque quisiera que mi mamá estuviera conmigo más tiempo. Si soy sincera la idea de un bebé que lleve mi sangre me emociona un poco a pesar de que no se nada al respecto. Solo deseo que sea un varón y pueda ser más libre de lo que yo tengo permitido ser, espero y deseo que la criatura pequeña que se forma en mi, pueda ver a Corea en su gloria, sin japoneses.

Para mi desgracia y para mi desafortunado presente, no puedo no escribir sobre el teniente, a quien no vi desde ese día, se fue a Japón y no ha regresado porque es un cobarde ¿No es así? ¿No vendrá jamás? ¿Ese es el castigo que quiere darme? ¿Su eterna ausencia? Por mi que no regrese jamás porque soy más feliz que nunca sin tener que verlo alrededor llamando la atención de todos en el centro con su voz alta y su sonrisa. Ahora mismo puedo decir con seguridad que no lo quiero cerca mío, que es posible que haya olvidado todo, si, exactamente, que no vuelva jamás, porque no lo extraño.