𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐗

904 55 13
                                    

༺ 𝐏𝐬𝐲𝐜𝐡𝐞༻

El honor y la lealtad son la base por la que se construyó el imperio del sol naciente, tomar tierras, esclavizar y violar todo tipo de normas es lo común de ver, podías caminar una noche y observar como un soldado abusa en la oscuridad de una niña con el silencio cómplice del horror y el miedo.

Gojo Satoru se había criado viendo todo eso, y aun así nunca puso en duda donde iria su lealtad, porque en su sangre solo estaba su país, Japón.

¿Esa indiferencia hacia los más débiles causo que como castigo se enamore de alguien débil?

Uno no escoge de quien se enamora, ni con quien se casa, eso lo sabe, pero fue la primera vez que él deseo a alguien tan intensamente de una forma locamente fortuita, Iori Utahime descoloco su rutina mental por completo, pero no todo podía atribuirse a su persona cuando había otra cosa que toco mucho su mundo mental, fue lo que sucedió esa noche cuando murieron soldados a su cargo.

Estaba sentado en la camilla mientras la enfermera trataba sus heridas y le daba palabras de ánimo para tranquilizarlo diciendo que cicatrizaría bien, pero Gojo no estaba preocupado por eso, en ese momento no era su prioridad cuando algo más intenso le ocurría.

Cuando le trató la herida le pusieron una venda alrededor de su abdomen y se fue a casa evitando a todo individuo posible, y los días siguientes que lo paso mayormente solo sin poder hacer mucho, se había convertido en una prisión para sus más vivos recuerdos, ya que causo o fue parte indirecta de la muerte de sus compatriotas aun cuando pudo evitarlo. No era su intención hacerlo adrede, no pensó que los desafiarían bruscamente coreanos encapuchados con armas y otros acercándose con hierros filosos.

Fueron seis muertos y nueve heridos.

Matar a alguien le convertía en un asesino, ni más ni menos, era algo de lo que era puramente consciente incluso antes de acpetar el oficio, pero ahora había pasado a una fase totalmente nueva en donde era doblemente consciente de aquello, incluso Utahime se lo dijo claramente.

"Eres un asesino"

¿Qué era lo peor de todo esto? ¿Las muertes? ¿Lo imprudente que fue al ir? No, nada de eso, es mucho más oscuro oír la respuesta.

Su mente se reinicio completamente, no podía sentirse mal porque Utahime tapaba todo el horror que hizo, siendo ella la razón de lo desleal y la falta de honor hacia Japón, porque ahora le jura lealtad verdadera a otra persona, a su ikigai, sin ella no podría justificar sus errores y absolutamente nada ahora iba a tener sentido si Utahime lo dejaba, si era abandonado o despreciado por ella, porque no podría aferrarse a la patria que mancho si ella se iba.

No lo abandonaría, ¿O si? Gojo sacudió su cabeza, porque sabe los sentimientos que Utahime tiene por él, pero ¿Y si se enamoraba de Kong Shiu?

《No, eso no va a pasar.》

࿙⊱࿙───────࿚⊰࿚

Utahime estaba acurrucada en el futón durmiendo con la ventana abierta para que el aire fresco entre, de la nada escucho un ruido fuerte que la asusto, miro a un lado y la cama seguía vacía, luego apunto a la ventana y por último a la puerta, su corazón latía con fuerza en su pecho mientras escucha los pasos pesados y tambaleantes de su esposo acercándose a la habitación y ahora el olor a alcohol impregna el aire, su cuerpo comenzó a temblar involuntariamente, así que se agarró a las sabanas y aparentó estar dormida.

—Oh, mi linda flor… no… no me digas que—y siguió balbuceando cosas sin sentido que ella no entendía.

Un escalofrío de miedo recorre la espalda de Utahime mientras se acurruca más bajo las sábanas intentando ignorarlo, su respiración entrecortada por la ansiedad que la consume. Sabe lo impredecible que puede ser su esposo cuando está ebrio, era otra persona. Cierra los ojos con fuerza en un intento de evitar confrontaciones pero su cuerpo se tensa cuando él se apoya detrás suyo y comienza a presionar sus pechos moviendolos.

𝐏𝐒𝐘𝐂𝐇𝐄 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora