𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐗𝐈𝐈

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༺ 𝐏𝐬𝐲𝐜𝐡𝐞༻



Gojo vestía un yukata azul marino, así que cuando entro al burdel Mei Mei a penas lo reconoció, el aire en el ambiente estaba impregnado con humo, un par de murmullos, risas, ruido, música, con mujeres pasando vestidas con sedas y maquillajes elaborados, mirando con seducción a los posibles clientes.

Se dirige a Mei mei para tomar su mano pero cuando la acerca a sus labios estos no se rozan con su piel, eso fue algo que la peli plateada noto, él teniente ya no besaba las manos de las señoritas con tanta confianza como la hacía.

—Lamento decirte que fuiste mal informado, Okkotsu no esta aquí.

—Vine como cliente, no como niñera hoy.

La sonrisa de Mei se amplio-Vaya, vaya, vaya, por supuesto. —Asiente con comprensión y lo guía por un pasillo oscuro hacia una habitación apartada, lejos de las miradas curiosas de los demás clientes—Espera aquí.

Una vez dentro, observo detenidamente la habitación que tenía solo un futon y un ambiente anaranjado por las velas.

—Buenas noches, teniente~

Una voz lo saco de sus pensamientos propios y volteo para ver a la prostituta de su primo, la conocía perfectamente.

—¿Alguna preferencia? ¿O solo quieres que me ponga en cuatro?—Fue lo que ella expresó lamiéndose los labios.

—¿Cómo es tu nombre?

—¿Cómo quieres que me llame?

—Me da igual en realidad, ¿Podría llamarte "perro"?

Con una seriedad inquieta le responde seca—Se.

《¿Esta enfermo?》 Pregunto despectivamente.

Gojo se ríe—Es una broma, ¿Cómo te llamas o como te dicen aquí?

—Maki, me llamo Maki.

—Mi propósito es aprender a satisfacer a una mujer.

—Oh... ya veo, nos divertiremos mucho juntos.—Le guiña el ojo y con una voz seductora le dice—Empecemos entonces teniente~

Gojo asintió, saco un papel y una bolígrafo de su bolsa discreta luego se sentó en el suelo.—Puedes empezar, no vayas tan rápido porque la tinta de estas cosas explotan y arruinan el papel.

Al verlo ahí no supo como comenzar o que hacer, al re-analizar todo lo que dijo simplemente no comprendió—Perdón teniente pero usted no va a...

—¡Ah!—Se dio cuenta que no había sido claro desde un inicio—No tendremos sexo, solo quiero que me expliques y te pagaré.

Después de que Gojo perdiera su "virtud" con Utahime en lo único que puede pensar es en follar con ella, aplastarla contra su cuerpo y hacerla suya en cada rincón de la colonia del imperio, pero al no tener experiencia tenía la pequeña duda de que si hacía mal o bien, pensó en preguntarle a su primo o a alguien de confianza pero ¿Por qué le preguntaría a un hombre sobre el placer de la mujer? Gojo pensó qué sería más eficiente preguntarle a una prostituta, ya que una mujer que no lo era se podría ofender.

𝐏𝐒𝐘𝐂𝐇𝐄 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora