eye on the crowd ꒰ larry

✶ : capítulo trece

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TRECE ▎ 0 1 3
"Lejos de ti"

ᥐ 🎤 ! ࣪ . ✦

Esa misma noche el castaño abandonó el país. Serían largos meses en los que no se podrían ver, en los que no tendrían ningún beso del otro.

Harry se había acostumbrado tanto a su presencia que ahora sería tan extraño no tenerlo a su lado. Él extrañaba a su garrapata encimosa y cariñosa.

Por lo menos tenía todas las sudaderas que le había dado. Su aroma seguía impregnado en cada rincón, era lo que necesitaba.

Su única compañía habían sido su mejor amigo y el quarterback que seguía enamorado de él. Ellos eran su apoyo estos días, siempre buscaban animarlo de todas las maneras distintas.

Se habían vuelto un trío inseparable.

Los primeros días fueron los más complicados para los enamorados pero, con el pasar de las semanas, lograron acostumbrarse bastante bien. Crearon su propia rutina; hacían llamadas todas las noches y texteaban con el otro a todas horas.

A todas horas.

Odiaba el hecho de que su instituto tuviese la aburrida tradición de hacer un baile escolar, en el que los graduados pasarían una grandiosa noche.

Harry no era un buen bailarín, él tenía los dotes del arte en su voz; era un cantante fenomenal, solo que era bastante tímido para poder demostrarlo.

Niall, fue el encargado de persuadirlo y después de súplicas, berrinches e intentos de soborno, lo logró.

El rizado mordía sus uñas con nerviosismo, tratando de aliviar las miles de emociones que sentía en estos momentos.

-¡Voilà! -exclamó el rubio con una sonrisa en su rostro -. Kiwi, publicado y listo para ser una de las mejores canciones del año.

Una sonrisa inquieta apareció en los labios del más pequeño.

Ya no había vuelta atrás.

-Sigo sin entender porque tiene el nombre de un vegetal -dijo, dejando la computadora a un lado.

-Es una fruta.

Niall asintió, sonriéndole con inocencia. -Exacto, eso es lo que dije.

Sonrió con confusión. Era increíble que su amigo pudiese llegar a ser tan tonto pero, aún y siendo torpe, lo quería.

Las fosas nasales de ambos se inundaron por un delicioso aroma a pasta, olfatearon el ambiente, sintiendo sus tripas rugir y un mar crearse en sus bocas.

Ambos se levantaron de la cama y entre empujones, insultos y tirarse de la ropa, lograron llegar hasta la cocina, en donde una deliciosa pasta era cocinada. Amelia, los miro por encima de su hombro, riendo levemente al ver como babeaban por el platillo que su esposo estaba preparando.

Esas clases de cocina que su mujer le había obligado a tomar, estaban funcionando.

Harry, sin esperar órdenes de sus superiores, comenzó a poner la mesa, desesperado por engullir lo que su padre había preparado. ¡Olía delicioso!