eye on the crowd ꒰ larry

✶ : capítulo dos

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DOS ▎ 0 0 2
"El mejor día de mi
vida"

ᥐ 🎤 ! ࣪  . ✦

No tardaron en llegar al estadio.

Harry sentía que su corazón podría salirse por su boca en cualquier momento. Bajaron del coche y el rizado rápidamente se posicionó a lado del rubio.

Niall, tomó la mano el rizado y juntos avanzaron hasta la entrada del estadio. Habían demasiadas personas.

No tenían que preocuparse por hacer fila de una buena vez, pues con los boletos que el rubio había conseguido, tenían acceso fácil a la cancha. Por lo que decidieron hacerse los locos un rato más.

—¿No hay algo de comida por aquí? —le cuestionó el rizado al sentir sus tripas rugir con fuerza —. Me olvide que debía comer.

El entrecejo del mayor se frunció. —¿Cómo se te puede olvidar eso?

Sin esperar la respuesta del menor, el chico de ojos celestes comenzó a avanzar hacia unos puestos de comida que estaban al exterior del estadio. Niall, no le pregunto que deseaba, sabía lo que pediría.

Harry espero a que su amigo regresara con su comida en manos mientras divagaba en sus propios pensamientos, desprendiéndose del mundo.

Había soñado con este momento desde que conoció al cantante, todo le parecía tan irreal que ha tenido que pellizcarse varias veces causando que su brazo tuviera algunas marcas.

Sentía todo tipo de sensaciones, desde las positivas hasta las negativas. Pensaba en todos los escenarios posibles; alguno trataba sobre las palabras de su amigo, en donde realmente enamoraba al famoso.

Unos toques en su hombro lo regresaron al mundo real.

—Su orden, mi alteza —dijo el rubio con un tono juguetón.

Harry rio con diversión mientras tomaba su comida de las manos del rubio. Una deliciosa hamburguesa estaba en el pequeño plato. Sintió como comenzaba a salivar cada vez más y sus tripas rugían, rogando por darle un bocado al manjar.

El rizado engulló su hamburguesa, disfrutando cada bocado que le daba.

No tardó mucho en terminarla, le entregó el plato vacío al rubio con una leve sonrisa. Niall rio, llevó su mano hasta la boca del menor, limpiando sus comisuras con delicadeza. Harry amplió su sonrisa ante la acción de su amigo.

Adoraba que lo cuidara de esa forma.

—Tenemos diez minutos, ¿nos vamos ya a nuestros lugares?

Harry no titubeó. Movió su cabeza de arriba hacia abajo provocando que sus rizos rebeldes se desordenaran un poco por sus movimientos.

El menor tomó el brazo del rubio, quien había regresado después de haberse ido a tirar el plato y echaron a correr hasta la entrada.

Después de presentar sus boletos en la taquilla, los dejaron entrar al estadio en donde fueron guiados hasta sus respectivos lugares. Harry casi llora al ver que estaría a pocos metros del cantante y que, probablemente, ese chico va a darse cuenta de su existencia, aunque sea por unos cuantos segundos.