CAPÍTULO 15: ¡SORPRESA!

6 2 0
                                    

EDNA:
Laura está nerviosa, y creo que es porque se piensa que reaccionaré mal al volver a ver a Max, pero ya he estado pensando sobre ello, y actuaré con responsabilidad. Le diré que haremos lo que él y Laura pacten. Si tenemos que evitar nuestra atracción lo haremos, pero no dejaremos de ser amigos. Y si Laura nos lo permite, que sería lo ideal, estaremos juntos.
-Espero que te guste-Me dice Laura.
La miro con cara de extrañada, no sé a qué se refiere. Abre la puerta y empiezo a ver globos volando. Tardo unos segundos en darme cuenta, me han preparado una fiesta sorpresa. Entonces me giro hacia Laura y me echo a llorar de nuevo. Como puede ser que en un mes haya llorado tantas veces. Pues no sé, pero Laura me está empujando hacia dentro mientras yo pierdo la mirada por dentro de la casa. Max y su madre están dentro con los brazos abiertos. Le doy un abrazo a Cristina, dándole las gracias por esto. Con Max hago lo mismo, pero alargando un poco más el abrazo. Y cuando me giro, Laura está esperando el suyo también, así que me acerco a ella corriendo y le doy el mejor abrazo de mi vida. Sentía una mezcla de sentimientos. Alegría por todo lo que estaban haciendo por mí, nostalgia porque esto no lo solía tener con mis padres y gratitud por haberme cruzado con esta gente en mi vida.
-Ahora es el momento del regalo-Dijo Max guiñándole el ojo a Laura.
Laura se fue a la habitación y volvió con una sonrisa en la cara.
-Ven Edna, tengo una sorpresa que te compré hace tiempo.-Me dice ella.
Empezamos a andar hacia nuestra habitación. La puerta está entornada y veo que hay algo muy grande extendido en el suelo, pero no sé descifrar que es, así que con la mirada le pregunto si la puedo abrir, y antes de que me dé cuenta, la puerta está abierta de par en par con una tabla de surf perfecta delante de mí. Me quedé paralizada de tal manera que Laura me dio un bofetón y reaccioné. Le di un abrazo a Laura y me fui corriendo a verla de cerca.
Me respetaron y me dejaron que me mirara la tabla durante casi diez minutos y luego Max me dijo:
-Ahora tenemos un regalo conjunto y luego yo uno mío, ¿cuál quieres primero?
-Me da igual, el conjunto primero si eso.
Me da un sobre y un papel doblado. Decido primero desdoblar el papel. Lo que leo me hace muy feliz. Me están invitando a ir con ellos a Tarragona este verano.
-Nunca he tenido un verano de verdad.-Les digo a los tres.
-Pues descubrirás lo que es el verano de verdad.-Dice Max-Tarragona es un paraíso.

Le sonrío y empiezo a abrir el sobre. No me lo esperaba y me he puesto a llorar. No lo puedo creer. Son mis papeles de adopción, y están firmados por Laura y por Mark. Solo falta que yo firme y lo llevemos a la policía, ya sería parte de esta familia. Básicamente, mis padres serían Laura y Mark. Esto es demasiado para mí. Empiezo a llorar, y quiero parar, pero no puedo. Laura me abraza y me dice:

-No tienes por qué hacerlo, solo lo hacemos por tu bien, deseamos lo mejor para ti. A lo mejor nos hemos pasado, pero te queremos muchísimo.
Le digo que sí, con la cabeza, que sí que quiero ser parte de su familia, que sí que quiero tener a alguien que me quiera, que si quiero que alguien me espere al acabar cada entreno. Sí, si quiero que sea mi tutora legal. No será mi madre, pero tendrá mi custodia hasta que se muera. Sigo llorando, pero ahora ya estoy mirando a Laura a la cara, estoy muy agradecida, hemos pasado por buenos y por malos momentos, pero siempre hemos estado ahí una para la otra.
-Siento cortaros vuestro momento, pero ahora me toca a mí.-Dijo Max sonriendo.
-Si sí, perdón-Le digo secándome las lágrimas.
Me da una caja, que aparenta llevar algún tipo de joya dentro. La abro y veo un collar que lleva un infinito colgando de la cadena. Es el que yo quería. Fuimos un día a buscar a Laura a la estación, y pasamos por delante de una joyería. Le dije lo mucho que me gustaba, y me ofreció comprármelo, pero le rechacé la oferta. Lo miro, y vuelvo a mirar a la joya, lo vuelvo a mirar y luego de nuevo a la joya.
MAX:
Se la ve muy inofensiva, muy tranquila. Le he dado mi regalo y se ha vuelto a poner a llorar. Moriría por abrazarla, pero está mi madre y mi hermana delante, así que decido no hacerlo. Ella levanta la mirada hacia mi por décima vez y no me puedo controlar más. Le cojo la barbilla y le planto el beso más dulce que he dado nunca en su boca. Ambos sabemos que esto no debería de estar pasando, pero me lo devuelve vergonzosamente. Entonces soy yo el que se despega de ella primero. Edna se gira hacia Laura esperando su respuesta.

MI LUGARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora