9 años más tarde...
LAURA:
Son las 3 de la mañana, pero ya no puedo esperar más. Llevo cinco días de retraso de la regla. Y sí que es verdad que queremos un hijo o hija, pero no sé si ahora mismo sería el momento. Ayer a la tarde antes de que Mark volviera me fui a la farmacia a comprar tests de embarazo. Compré tres por si acaso. Me los haré todos por si hay alguno erróneo.
Según las instrucciones de la caja, solo tengo que hacer pis en este aparato y esperar dos minutos. Estoy muy nerviosa, tanto que no soy capaz de llamar a Mark por miedo a lo que pueda pasar. Con tanto rollo y tanto nerviosismo, ya he meado y han pasado los dos minutos.
-Hay que darle la vuelta Laura, hay que darle la vuelta Laura-Me repito.
A la de una... A la de dos... A la de tres... ¡Positivo! ¡Estoy embarazada! No sé que pensar. Pero claro, para qué pensar si se puede llorar. Me pongo a llorar mucho. Tanto, que cuando Mark entra para ver que pasa, se resbala y casi se cae.
-¿Qué te pasa?-Me dice Mark preocupado.
-¡Mark! ¡Vamos a tener un hijo o una hija!
-Laura, son las tres de la mañana, no estoy para bromas, ¿dónde está la supuesta cámara?-Me gruñe.
-¡Que no hay cámara, que estamos embarazados!-Le grito enseñándole el aparatejo ese.
-¿Es en serio?-Me dice ya un poco más centrado.
-Que sí. Te lo juro por mi vida y la de este bebe.
-No me lo puedo creer. ¡Voy a ser padre! ¡Voy a tener un hijo, con una novia espectacular!-Me dice ya pegado a mis labios.-Te amo.
-Yo más.-Le digo sonriendo.
-¿Ahora podemos echarnos en la cama y ya pensamos en lo demás por la mañana?
Asiento y me voy hacia la cama.
-Vas a ser la mejor madre que pueda tener este hijo o hija.
Asiento, pero esta vez llorando.
-Anda ven aquí, que nos vamos a echar a la cama juntos.Y así fue. Él se tumbó y yo a su lado. Él pasó su mano por debajo de mi sien y me la empezó a acariciar. Así es como conseguí quedarme dormida.
Al día siguiente, nos levantamos por la mañana, y nos fuimos a surfear. Hacía nada más y nada menos que un año que nos habíamos comprado una casa en Galicia, para poder ir a surfear durante los veranos. Y eso hacíamos. No cogí ninguna ola esa mañana, estaba muy nerviosa, y no podía pensar en otra cosa que el embarazo. Mark lo notó así que me cogió, me subió a su tabla y me llevó hasta la orilla.
-¿Quieres que vayamos a hacer un test de embarazo al médico?
Asentí con la cabeza. Quería estar segura de que iba a tener un hijo. Para así irme mentalizando, y para ir comprando cosas.
-Pues venga, nos duchamos y nos vamos al médico.
-Vale...-Digo un poco cortada.
-Vas a ser una madre estupenda, no te agobies ahora, y si no lo quieres, siempre podemos dejarlo.
ESTÁS LEYENDO
MI LUGAR
RomansaEdna perdió a sus padres con tan solo dos años. Desde ahí, ha intentado sobrevivir con lo que tenía y sobre todo con quien tenía. Nunca ha tenido nadie de referencia, nadie a quien llorarle ni nadie a quien contarle sus logros. Pero todo cambia cuan...