8 - Juguemos un poco

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Después de esa rara confesión por parte de Minho, Jisung no lo volvió a molestar con el tema

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Después de esa rara confesión por parte de Minho, Jisung no lo volvió a molestar con el tema. En particular era porque no quería escuchar de nuevo esas palabras, se había puesto en una posición difícil, el cómo omega no estaba dispuesto a aceptar los sentimientos de un alfa como Minho.

O eso le gustaba creer.

Después de todo, algún día su lobo cedería y entonces terminaría aceptando al alfa que tiene como esposo.

Ah, qué situación tan difícil tiene que vivir día con día, si todo fuera más simple, si Minho no fuera lo que es, él pensaría sin duda alguna que su vida a lado del alfa sería maravillosa.

Tantos años juntos y nunca había cedido ante Minho, ¿Por qué de repente pasaban tantas cosas que lo hacían cuestionarse?

Ahora mismo estaba descansado en una de las bancas del patio, quería permanecer solo un momento, pero le fue difícil ya que ese día los novatos estaban siendo entrenados al aire libre. Jisung observaba sin una pizca de emoción como todos ellos parecían agonizar en el sol, claramente no hacía tanto calor ya que se sentía algo fresco, pero Jisung podía notar que tanto sufrían esos pobres hombres.

— Son una bola de idiotas — se quejó el omega, viendo como los hombres hacían un círculo para comenzar a pelear entre ellos. — Son demasiado salvajes.

Seungmin permanecía a un lado de ellos observando todo lo que hacían y cómo lo hacían. A veces Jisung creía que Minho no necesitaba de un alfa para sobrevivir, pero luego recordaba quien era el alfa de Seungmin y deseaba tener su suerte.

No era que le gustara la pareja del omega, es solo que BangChan era diferente a Minho, Chan era un cerebrito que se la pasaba trabajando en tecnología todo el tiempo, era tranquilo, apuesto y amable.

Y Seungmin era todo lo contrario a él, tanto que a veces las personas se preguntaban quién era realmente el alfa y el omega.

Jisung siguió vigilando a los chicos hasta que sintió a alguien sentarse a su lado, no tuvo que mirar de quien se trataba, pues ya sabía quien era.

— ¿Hoy vas a salir?

Jisung se alzó de hombros y dijo: — He querido ir a la ciudad para comprar un par de cosas, pero no creo...

— Entonces ve, nadie te está deteniendo — el moreno respondió, ninguno de los dos tenía la mirada sobre el otro, ambos veían perdidos a los chicos que estaban peleando.

— ¿Puedo ir yo solo? — preguntó el omega.

— Sabes que no, y no lo digo por ser un aguafiestas — habló rápidamente.

— Puedo cuidarme solo, no siempre tiene que ir Hyunjin conmigo.

— El problema es que Hyunjin no irá contigo, su omega está en el hospital, me pidió permiso para faltar y le dije que se tomara el tiempo necesario.

Casado con la mafia - Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora