12 - Desvergonzado

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El dolor en su cabeza se intensificó cuando abrió los ojos lentamente esa mañana, sentía que tenía un enorme ladrillo aplastando su frente y su cabeza palpitaba tan fuerte haciéndolo gruñir del enojo

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El dolor en su cabeza se intensificó cuando abrió los ojos lentamente esa mañana, sentía que tenía un enorme ladrillo aplastando su frente y su cabeza palpitaba tan fuerte haciéndolo gruñir del enojo. Odiaba despertar de esa manera, el problema también era, ¿en donde carajos estaba?

Sus ojos se acostumbraron a la luz de la habitación y entonces se dio cuenta que no estaba en el hotel al que había llegado con su padre.

Se levantó de golpe al sentir su pecho desnudo, fue entonces cuando se sentó sobre la cama y observó todo a su alrededor. La habitación era de algún lugar, pero no una casa propia, había visto el mismo diseño de habitación cuando estaba en el bar con su padre y con ese omega... oh.

— Vaya, ya era hora. Creí que iba a tener que sacarte dormido de aquí — sobre el marco de la puerta para entrar al baño, se encontraba aquel omega que había visto en el bar.

— Ah... no — Minho frunció el ceño cuando lo vio ahí de pie, su cabeza comenzó a doler más. No sabía cómo preguntar qué había pasado. — ¿En dónde estamos?

— En una de las habitaciones del bar, por supuesto que no íbamos a salir de aquí contigo cayéndote de borracho — explicó el chico.

Minho no podía recordar mucho, y aunque hizo el intento por recordar si hizo algo con este omega, nada venía a su mente. No quería ser el mismo idiota que engañaba a su omega con otro, no quería ser como su padre. Pero la situación en la que estaba le daba indicios de que algo había pasado.

— Tranquilo, si te preocupa haber hecho algo conmigo te diré que no pasó nada — el omega le sonrió tranquilamente.

— ¿En serio no...?

El chico volvió a negar: — No, no tuvimos sexo, solamente... solamente nos besamos — admitió el omega, evitando la mirada del alfa. — Recibiste un mensaje y luego empezaste a tomar como loco y terminamos aquí, pero no hiciste nada más que seguir tomando.

Mientras el chico le contaba eso, él estaba recordando lo poco que podía del día anterior. Cuando el omega llegó y se sentó sobre sus piernas, empezandole a coquetear y a darle caricias sublimes por el cabello y hombros, el chico solamente se mantuvo ahí con él haciendo su trabajo.

Volteo rápidamente para buscar su celular y al encontrarlo en el suelo se levantó para tomarlo, antes de ponerse a beber como loco necesitado, le había llegado un mensaje de Jisung, esa había sido la razón por la que había tomado de más y por la cual ni siquiera le importo responder.

Habían pasado varias horas desde que leyó el mensaje, probablemente Jisung pensó que estaba enojado con él. Así que le respondió diciéndole que regresaría pronto.

— Tengo que irme — tomó su playera y todo lo poco que había traído con él. — Lamento
si te hice pasar una larga noche.

— Si, fuiste insoportable — dijo el omega, el moreno lo miró algo confundido y cuando vio el menor sonrió se sintió más calmado. — Es broma, bueno sí, tal vez fuiste un poco frustrante pero no me quejo, he tenido peores.

Casado con la mafia - Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora